MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
La Santa Sede comunicó este sábado dos nombramientos para formar parte del Dicasterio para los Obispos del Vaticano: se trata del nuevo arzobispo de Madrid, José Cobo, y del obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué.
Así lo confirmó la oficina de prensa de la Santa Sede y poco después el Arzobispado de Madrid reflejó en un comunicado la confianza que ha vuelto a mostrar Francisco con Cobo.
Con ello, el prelado de la Iglesia en Madrid comenzará a trabajar a las órdenes del cardenal Prevost, presidente de dicho organismo. “Lo primero que siento es sorpresa ante estas nuevas responsabilidades que el Papa me va dando”, confesó Cobo, “desbordado ante tantas noticias y en tan poco tiempo”, que se encuentra en plenos trabajos de organización del trabajo de la archidiócesis.
Este nombramiento se produce apenas dos meses después de su inicio de ministerio pastoral y su posterior creación como cardenal (con esto último Cobo pasará a ser miembro elector de papa ante un hipotético cónclave). Su creación como cardenal, precisamente, será efectivo partir del día 30 de septiembre, en el consistorio convocado en Roma.
Según la información publicada por la Iglesia en Aragón, recogida también por Servimedia, José Antonio Satué, que continuará como obispo de Teruel y Albarracín, agradeció la confianza del Santo Padre y pidió a sus diocesanos que recen por él, para que sepa desempeñar este servicio a la Iglesia universal “con humildad y dedicación”.
FUNCIONES DEL DICASTERIO
“El Dicasterio para los Obispos se ocupa de todo lo relativo al nombramiento de los obispos diocesanos y titulares, a los administradores apostólicos y, en general, a la provisión de las Iglesias particulares.
Lo hace tomando en consideración las propuestas de las Iglesias particulares, de las conferencias episcopales y de las Representaciones Pontificias, y previa consulta a los miembros de la presidencia de la respectiva conferencia episcopal y del metropolitano.
En este proceso se involucra de manera adecuada también a miembros del Pueblo de Dios de las diócesis interesadas”, explicó la Iglesia en Aragón.
El Dicasterio, de acuerdo con las conferencias episcopales y sus uniones regionales y continentales, “indica los criterios para la elección de los candidatos.
Estos criterios deben tener en cuenta las diferentes necesidades culturales y ser evaluados periódicamente”. También trata de la renuncia de los obispos de su oficio, conforme a las disposiciones canónicas.
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