HUELVA, 8 (EUROPA PRESS)
Un equipo de 39 científicos de 31 instituciones españolas, coordinado por la Red Temática sobre Invasiones Biológicas (InvaNET) y coincidiendo con la publicación del informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes), ha identificado las 108 especies exóticas de animales y plantas no establecidas en España con más riesgo de tener un fuerte impacto ambiental en los próximos diez años en los ecosistemas del país.
Entre las de más alto riesgo se incluyen, por ejemplo, el escarabajo japonés, el gusano nematodo o la planta marina. Más del 80% de las especies identificadas aún no están incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Los resultados han sido publicados en la revista científica internacional Journal of Environmental Management.
Según explica en una nota Montserrat Vilà, Profesora de Investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana (Huelva) y coautora del estudio, “estamos subestimando la amenaza que suponen las especies invasoras para la biodiversidad. Por lo general, se percibe como un problema ambiental de carácter local y no como un problema ambiental global”.
En total, se han evaluado 933 especies siguiendo la metodología conocida como escaneo de horizonte. En este contexto, esta metodología consiste en la obtención de una lista de especies potenciales, la valoración simplificada de sus riesgos y la elaboración de una lista ordenada por consenso entre el equipo científico que participa en el escaneo.
Como resultado, esta lista priorizada para España se compone de 108 especies, de las cuales 47 presentan un riesgo muy alto de invadir los ecosistemas españoles y 61 de ellas un riesgo alto.
Muchas de las especies que se han identificado tienen un gran historial de invasión en todo el mundo y se encuentran ya en países próximos a España. Entre los de más alto riesgo se encuentra, por ejemplo, el escarabajo japonés (Popillia japonica), autóctono del noroeste de Asia, que está presente en varios países europeos y es capaz de provocar importantes daños en prados, bosques y plantaciones agrícolas.
Otro ejemplo es el gusano nematodo (Radopholus similis), que se alimenta de raíces y rizomas, causando la destrucción de la zona de absorción. En la actualidad esta especie se encuentra en numerosos países europeos como Bélgica, Francia, Alemania, Holanda e Italia.
Por su parte, la planta marina Halophila stipulacea, originaria de los trópicos, entró al Mediterráneo a través del Canal de Suez. Debido a su amplia tolerancia ambiental, ha conseguido colonizar el litoral del este y centro del Mediterráneo y, de momento, ha llegado hasta Sicilia.
REALIZAR UN ANÁLISIS DE RIESGO
Sin embargo, la gran mayoría las especies identificadas en el estudio, concretamente el 84,3%, no están incluidas actualmente en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Por este motivo, el equipo científico que ha realizado el estudio recomienda la realización de un análisis de riesgo más detallado de dichas especies y, si se confirma el alto riesgo de invasión, deberían incorporarse al catálogo o al Listado de especies exóticas susceptibles de competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos.
LAS INVASIONES BIOLÓGICAS, UNA AMENAZA MUNDIAL
La profesora Vilà de la Estación Biológica de Doñana ha participado también en la elaboración del último informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, que ha sido realizado por 86 especialistas de 49 países y que ha sido publicado esta semana.
Se trata del informe más exhaustivo llevado a cabo en todo el mundo, basado en más de 13.000 referencias, incluyendo contribuciones muy significativas por parte de pueblos indígenas y comunidades locales.
El informe concluye que las especies exóticas invasoras constituyen una grave amenaza mundial, no sólo para la naturaleza, sino para la economía, la seguridad alimentaria y también la salud humana. Además, los resultados indican que han tenido un papel clave en el 60% de las extinciones mundiales de plantas y animales y que los costes para su gestión ya superan los 423.000 millones de dólares anuales.
El equipo también destaca que es probable que, con las previsiones de cambio climático unido a la aceleración de la economía mundial, la intensificación y expansión de los cambios en el uso de la tierra y los cambios demográficos, se produzca un aumento de las especies exóticas invasoras y de sus efectos negativos.
“PREVENCIÓN Y EDUCACIÓN”
“A nivel de las administraciones, la mayor parte de los esfuerzos van encaminados a acciones de eliminación o control”, cuando “habría que poner más énfasis en la prevención y en la educación”, propone Vilà, que fue Premio Nacional de Investigación 2021 por sus contribuciones en el campo de la ecología de las especies invasoras.
Según resalta, “el objetivo principal que tenemos en la ciencia en este tema es precisamente adelantarnos al futuro; predecir qué especies exóticas tienen más posibilidades de entrar en un país, qué características genéticas, morfológicas y funcionales tienen las especies con potencial invasor, y lo más importante, identificar cuáles son las especies nativas y los ecosistemas más vulnerables a las invasiones”.
Los ecosistemas más prístinos son menos vulnerables a las invasiones, por lo tanto, cuantas menos perturbaciones se produzcan en los ecosistemas, más resistentes serán a las invasiones. Por este motivo, la prevención es la mejor opción y la más rentable, según se desprende del estudio. Sin embargo, también se afirma que la erradicación, la contención y el control pueden ser eficaces en contextos específicos.
La investigadora apunta que, “ante este problema global, la educación y la concienciación es muy importante”. De hecho, “la ciudadanía también puede contribuir a su mitigación a nivel individual”, subray.
“Como ciudadanos, también podemos hacer pequeñas cosas para frenar estos impactos, como por ejemplo evitar que nuestras mascotas se escapen, utilizar plantas ornamentales nativas o consumir productos frescos de kilómetro cero en lugar de importación”, recomienda Vilà.
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