HUESCA, 6 (EUROPA PRESS)
La Fundación “la Caixa”, en colaboración con el Ayuntamientode Huesca, a través de 42 instantáneas de fotógrafos de National Geographic, invita a reflexionar sobre el color, que es capaz de impactar en los sentimientos, emociones y en la forma de sentirse.
La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduña; el director de Instituciones de CaixaBank en Aragón y La Rioja, Ricardo Ger; la delegada Territorial de la Fundación “la Caixa” en Aragón y La Rioja, Alejandra Usón; y la comisaria de la muestra, Manuela Pedrón, han presentado hoy en la Plaza Navarra de Huesca la exposición Colores del mundo, que acerca a la enorme variedad de paisajes de nuestro planeta y a los colores que los caracterizan.
En las fotografías de los brumosos azules de la luz de la mañana, de los vívidos púrpuras y rojos de la puesta de sol, de los intensosverdes de los campos o de los dorados de las hojas del otoño, los visitantes encontrarán una inspiradora reflexión sobre el significado de los colores, sus cualidades y su simbolismo a lo largo de la historia.
De la mano de prestigiosos fotógrafos de National Geographic, entre los que se encuentran los multipremiados Joel Sartore, Steve McCurry, Michael Nichols, Lynn Johnson, Jodi Cobb, Paul Nicklen o Frans Lanting, se conocerán las connotaciones de los colores en las culturas de todo el mundo a partir de la amplia gama de amarillos, naranjas, rojos, violetas, azules, verdes y blancos.
Una mínima diferencia en la longitud de onda luminosa determina que se vea el color rojo o el azul, y la psique humana ha dotado estos colores de connotaciones que se han generalizado en las culturas de todo el mundo.
Uno de los primeros colores que se han buscado ha sido el púrpura de Tiro, usado por los antiguos fenicios y extraído de las glándulas de unos caracoles del mar Mediterráneo. Los costes de producción eran tan elevados que solo los ricos podían permitirse tener prendas con ese tinte, lo que generó para siempre un simbolismo alrededor de este color, también llamado púrpura real.
Esta exposición forma parte del programa Arte en la calle, con el que la Fundación “la Caixa” quiere hacer de Huesca un museo a cielo abierto. La divulgación es un instrumento básico para promover el crecimiento de las personas. Por este motivo, a través de estas exposiciones la entidad tiene el objetivo de acercar la cultura y la ciencia a todo tipo de públicos.
ÁMBITOS DE LA EXPOSICIÓN
La muestra dedica un ámbito a cada uno de los siete colores elegidos y desgrana, a través de seis fotos por ámbito y pequeños textos introductorios, algunas consideraciones sobre el significado de esos colores en el mundo.
El amarillo está representado con un granjero rastrillando el heno en hileras en el Estado de Washington (Estados Unidos), o un pequeño gelada sujeto a la espalda de su madre en el Parque Nacional de las Montañas Simien (Etiopía), o el dorado de una estatua budista en Myanmar. El amarillo es júbilo, es el sol que ilumina el planeta y proporciona crecimiento, calidez, relajación y serenidad. Puede simbolizar el intelecto, ya que la iluminación de este color brillante es paralela a la iluminación de la mente humana, pero también puede simbolizar la enfermedad y la curación.
El naranja es un color que a menudo se pasa por alto, pues a veces cede el protagonismo al rojo o al amarillo. Existe en el salto brillante hacia los meses más cálidos, pero también en el paso del verano en invierno, donde las hojas verdes se vuelven doradas y anaranjadas. El naranja se puede ver en la fotografía de unos ñuscaminando en las proximidades del río Zambeze, o en la lava del volcán Mauna Ulu de Hawái. También es un color sereno, que puede recordar la tranquilidad en el tono suave de las túnicas de los monjes budistas, como se ve en otra foto de un joven monje en Camboya.
La naturaleza usa el rojo para seducir y para mostrar poder y fortaleza. Es un color que persevera a lo largo de todas las estaciones; incluso en invierno, cuando todo muere, el rojo vive en el acebo brillante y las bayas de invierno. El rojo no es sutil y en la cultura occidental es el amor, la pasión y el fuego. En India, de donde se puede ver una imagen de la tribu Fakirani, significa pureza; sin embargo, en África es color de luto.
El azul es un color predominante en la Tierra. En un lago resulta relajante y en el cielo da buena cuenta de su inmensidad. En el océano, en cambio, dirige hacia el fondo, hacia lo desconocido. Un ejemplo de esto último son las fotografías de un góbido que descansa sobre una almeja gigante en el lecho marino de Indonesia o el par de focas cangrejeras que hacen la siesta sobre un bloque de helo flotante en la Antártida. El azul es poderoso y místico.
El morado es misterioso. Lavanda, ciruela, berenjena, todos los tonos de púrpura son diferentes. El púrpura es suave pero insistente. Existe en las primeras horas de la mañana antes de que el sol emerja en el horizonte, como en la imagen protagonizada por una foca deGroenlandia que descansa sobre el hielo del Golfo de San Lorenzo, enCanadá, bajo el cielo crepuscular, y también, en otra tonalidad, en los colores del otoño que se ven en la panorámica del río Missisquoi en Estados Unidos. El púrpura retrata la realeza en los ricos tonos aterciopelados de las túnicas y coronas reales, o en los centros brillantes de las gemas.
OTROS COLORES
El verde es una manifestación de vida. Es un resurgir, una renovación. En las fotografías se ve el esplendor del verde alrededor de un campesino cosechando el primer té del año en Japón. En el mundo animal, los verdes también están presentes, como se puede ver en la imagen de un macho de quetzal guatemalteco. Este color muestra salud y vitalidad.
En la exposición, una novia de blanco y sus invitados bailan en la calle en Skopie, en Macedonia. El color de los comienzos y los finales es el blanco, también el de la pureza. Es etéreo, inmaculado y prístino. Su delicadeza puede verse en el pelaje de algunos animales –como el lémur de Madagascar que protagoniza una de las fotografías de la muestra–. También puede ser abrumador, pues absorbe todos los demás colores, como en la imagen del iceberg antártico por donde pasean unos pingüinos. Es el color de la nada y del todo, han indicado desde Fundación “la Caixa” en una nota de prensa.
Se puede visitar hasta el 28 de septiembre en la Plaza de Navarra de Huesca. Las visitas guiadas para el público general son los sábados a las 18.00 horas y los domingos a las 12.00 horas. Para grupos escolares y otros colectivos es de lunes a viernes, de 10.00 a 13.00 horas y 16.00 a 18.00 horas. Para cita previa cita hay que llamar al 900 80 11 37.
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