MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) ha decidido suspender a Gabón como Estado miembro tras el golpe de Estado de la semana pasada contra el presidente, Ali Bongo, poco después de que se anunciara su controvertida victoria en las elecciones presidenciales.
Entre las medidas adoptadas, en la cuarta sesión extraordinaria de la CEEAC, celebrada este lunes en la ciudad ecuatoguineana de Djibloho, destaca la decisión de realizar un traslado inmediato de la sede del organismo de la capital gabonesa, Libreville, a la capital de Guinea Ecuatorial, Malabo.
El vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang, ha explicado las decisiones a través de su perfil en la red social X, antes conocida como Twitter, indicando que han dado un plazo de un año “para se reactive el proceso político para un retorno rápido al orden constitucional”.
La CEEAC mostró la semana pasada su “profunda preocupación” por el golpe de Estado y recalcó que “condena firmemente el recurso a la fuerza” como método para resolver la crisis derivada de las recientes elecciones presidenciales.
El organismo fue establecido en octubre de 1983 tras la firma en la capital de Gabón, Libreville. El organismo está integrado por once países –Angola, Burundi, Camerún, Chad, Gabón, Guinea Ecuatorial, República Centroafricana (RCA), República del Congo, República Democrática del Congo (RDC), Ruanda y Santo Tomé y Príncipe– e inició sus actividades dos años después con el objetivo declarado de “promover la cooperación y el refuerzo de la integración regional en África central”.
La CEEAC cuenta con seis ejes de “integración prioritaria”, incluido uno sobre “integración política, paz y seguridad”, cuyo principal objetivo es “garantizar, en el seno de la región, la paz y la seguridad, que son condiciones previas a un estado de integración que genere un desarrollo socioeconómico armónico y duradero”, según recoge en su propia página web.
En esta línea, el Tratado de la CEEAC establece que los países firmantes “se comprometen a respetar” una serie de principios fundamentales, incluido el respeto a “los principios democráticos que garantizan el Estado de Derecho, las elecciones libres y transparentes y la responsabilidad de gobernantes y cargos públicos de respetar los Derechos Humanos y las libertades fundamentales”.
Un grupo de doce militares gaboneses comparecieron a primera hora del pasado miércoles en la televisión pública gabonesa para anunciar la disolución de las autoridades tras el anuncio de unos “falsos” resultados electorales que daban la victoria a Bongo, quien accedió al poder en 2009 tras la muerte de su padre, quien lideró el país desde 1967.
Según los resultados oficiales, Bongo se había hecho con el 64,27 por ciento de los votos, mientras que su principal rival, el opositor Albert Ondo Ossa, habría recibido el 30,77 por ciento de los apoyos. La coalición Alternancia 2023, que le nombró como candidato, apuntó el martes a la existencia de unas tendencias “muy favorables” en el recuento de los votos y reclamó al mandatario la organización de “un traspaso pacífico del poder”.
Posteriormente, las autoridades militares confirmaron que el presidente se encontraba bajo arresto domiciliario y desvelaron que el jefe de la Guardia Republicana, Brice Oligui Nguema, había sido nombrado presidente de transición y líder del Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI).
Todas las victorias electorales de Bongo habían estado marcadas por denuncias de fraude. El presidente sufrió un infarto cerebral en 2018 que le apartó durante casi un año de la esfera pública, si bien declinó apartarse. Apenas unos meses después, en enero de 2019, un grupo de militares protagonizó una asonada que fue desarticulada por las autoridades.
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