MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Los expertos de las clínicas de reproducción asistida Next Fertility aseguran que el diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico (SOP) no implica necesariamente una sentencia definitiva de infertilidad, por lo que es importante derribar este tabú y destacar que hay soluciones como la fecundación ‘in vitro’ (FIV) o los medicamentos.
El síndrome de ovario poliquístico es probablemente uno de los diagnósticos más comunes en ginecología, y es que se trata de una afección que padecen aproximadamente una de cada diez mujeres en edad fértil, según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Las mujeres que sufren de SOP, además de tener ovarios que aumentan de tamaño y más folículos, tienen un desequilibrio hormonal y problemas metabólicos con cierta sintomatología que pueden afectar su salud y aspecto general.
Así, cuando una mujer que desea quedarse embarazada conoce o recibe su diagnóstico, una de las principales preocupaciones y miedos que puede surgir es en relación a la infertilidad. Y es que, aunque hay casos en los que esta afección puede provocar problemas para conseguir el embarazo, en realidad, no es algo tan habitual como se piensa.
Entre las recomendaciones para lograr el embarazo si se tiene SOP destacan: bajar de peso si se tiene sobrepeso ya que puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en sangre, mejorar la forma en la que el cuerpo utiliza la insulina y ayudar a que las hormonas alcancen niveles normales. Además, un IMC adecuado puede ayudar a que el ciclo menstrual se regularice, logrando así más posibilidades de quedar embarazada.
También se pueden utilizar medicamentos si existen problemas de ovulación o reglas retrasadas, pero siempre supervisados por un ginecólogo.
En aquellos casos en los que otros medicamentos no sean suficientes para lograr el embarazo, la reproducción asistida puede ser una alternativa. Entre las técnicas que podrían recomendarse estarían la inseminación artificial o la fecundación ‘in vitro’. Estos tratamientos en mujeres que padecen SOP suelen tener altos índices de éxito, aunque es fundamental estudiar cada caso de forma personalizada para evitar posibles complicaciones, sobre todo durante la fase de estimulación ovárica.
Por ello, es importante consultar siempre con un especialista que analice el caso y busque la mejor alternativa con la mayor probabilidad de conseguir el embarazo. En cualquier caso, lo que se hace es estimular los ovarios para que maduren los óvulos, y, o bien se programa una inseminación artificial para que sean fecundados de manera natural, o bien se extraen y se fecundan en el laboratorio, para posteriormente transferir el embrión directamente al útero de la futura madre.
Otra opción es la cirugía que, aunque no se suele plantear como la primera opción, también es una posibilidad a la que se puede recurrir si las otras opciones no han funcionado. La intervención quirúrgica, generalmente, se recomienda solo si las otras opciones no generan resultados.
La capa exterior de los ovarios se vuelve más gruesa en el caso de las mujeres con SOP, lo que podría estar relacionado con la anulación de la ovulación espontánea. La laparoscopia es un tipo de intervención quirúrgica en la cual el médico realiza varias “perforaciones” en la superficie del ovario mediante láser o con una aguja muy fina.
El también llamado “drilling ovárico” hace pequeñas perforaciones en los quistes (folículos), lo que disminuye el volumen de los mismos restaurando la regularidad de las menstruaciones y disminuyendo el hiperandrogenismo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el efecto beneficioso suele durar menos de dos años.
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