LOGROÑO, 3 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Logroño ha informado este domindo de nuevas medidas complementarias que desde la empresa constructora se aconsejan para minimizar las molestias ocasionadas por las obras de derribo de la antigua residencia de Adoratrices, que se derrumbó a finales del pasado mes de julio. Estas medidas se unirían a las anunciadas el pasado día 1.
De este modo, la empresa OCISA iniciará mañana, lunes 4, las últimas labores de derribo de la antigua residencia de Juan XXIII. Para minimizar las molestias generadas por dichas obras, se dieron a conocer una serie de medidas que se dirigían al edificio anexo (Juan XXIII, 20) y se referían también a limitaciones en el tráfico rodado entre las calles Ciriaco Garrido y Calvo Sotelo.
A estas medidas iniciales, se unen otros dos avisos que afectan tanto a vecinos de portales próximos como a locales comerciales y establecimientos del tramo afectado.
En lo que respecta a las viviendas cercanas, se recomienda a los vecinos de los portales y locales de los números 16 y 18 de la calle Calvo Sotelo y a los del número 11 de Juan XXIII, que mantengan bajadas las persianas durante el día en las horas en las que se realicen las obras.
Por otra parte, las obras también tendrán su incidencia en los establecimientos comerciales y de hostelería del tramo afectado, que permanecerán cerrados lunes y martes.
Como ya se comentó anteriormente, la previsión es que los trabajos no afecten al inicio del curso escolar en el centro educativo Adoratrices, con cuya dirección la empresa mantiene un contacto continuo para informar sobre el desarrollo de los trabajos.
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