MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Una nueva investigación de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, publicada en el ‘Journal of Affective Disorders’, ha descubierto que las personas que están en mejor forma obtienen menos recetas de medicamentos para la ansiedad y la depresión.
El grupo de investigación ha basado su trabajo en el Estudio de Salud de Trondelag (HUNT). Desde 1984, 250.000 residentes de Trondelag han aportado voluntariamente sus datos de salud a este amplio proyecto de investigación. Las cifras se tomaron de la tercera ronda de recopilación de datos, denominada HUNT3, que se llevó a cabo entre 2006 y 2008.
Los investigadores compararon los datos de HUNT3 con los datos del Registro Noruego de Medicamentos Recetados, que proporciona una descripción general de los medicamentos que se han dispensado en Noruega. “Estar en mejor forma física parece reducir la necesidad de fármacos ansiolíticos y antidepresivos”, ha asegurado la autora principal del artículo y profesora asociada del Departamento de Salud Pública y Enfermería de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, Linda Ernstsen.
En un estudio anterior, Ernstsen y sus coautores descubrieron que las personas que estaban en buena forma física durante el segundo estudio HUNT tenían una menor prevalencia de síntomas depresivos cuando participaron en HUNT3 diez años después. Sin embargo, en aquel momento los investigadores no encontraron ninguna correlación entre la buena forma física y la ansiedad.
Pero el nuevo diseño del estudio, que permite a los investigadores observar qué tipos de medicamentos obtuvieron los participantes de HUNT3 en las farmacias en 2018, les permitió encontrar la correlación.
Sin embargo, el estudio tiene un inconveniente teórico. Los investigadores solo pueden ver qué tipos de medicamentos se dispensaron a las personas en las farmacias. No pueden ver si las personas realmente tomaron el medicamento; no hay forma de monitorear a las personas en sus botiquines.
Estar en buena forma física ayuda a todos los grupos de edad y a ambos sexos, pero algunas personas obtienen mayores beneficios del ejercicio y de estar en buena forma física que otras. “Encontramos que los hombres experimentan un mayor efecto del ejercicio que las mujeres. Las correlaciones también son menos claras para las personas mayores”, ha explicado Ernstsen. Aunque esto no significa que no sea importante que las mujeres y los ancianos hagan ejercicio.
Para no incluir a nadie que ya sufriera ansiedad o depresión al comienzo del estudio, los investigadores excluyeron a cualquiera que hubiera surtido recetas para estas afecciones antes de participar en HUNT3, así como durante los tres meses posteriores.
“También ajustamos los síntomas de ansiedad y depresión en los análisis estadísticos. En la medida en que se puedan creer las cifras, también nos sentimos bastante seguros de que comenzamos con una cohorte relativamente libre de ansiedad y depresión en HUNT3”, ha aseverado Ernstsen. En otras palabras, era poco probable que los sujetos hubieran sufrido ansiedad o depresión previamente.
Por su parte, el profesor asociado del Departamento de Psicología de NTNU, Audun Havnen, ha señalado que “los resultados indican que se puede lograr un efecto protector mejorando la forma física de pobre a moderada, por lo que cualquier actividad es beneficiosa”.
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