GUADALAJARA, 1 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Horche (Guadalajara) cuenta desde este viernes y para los próximos cuatro años con un protocolo contra el acoso sexual, dando respuesta de esta forma a uno de los compromisos adquiridos dentro del Plan de Igualdad, impulsado para el periodo 2023-2026, en el que se marcan las directrices a seguir para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres.
A través de este conjunto de medidas, el Consistorio horchano ha mostrado su empeño con la prevención y actuación frente al acoso sexual y el acoso por razón de sexo en cualquiera de sus manifestaciones, de tal forma que su aplicación afecta tanto al personal propio como al procedente de otras empresas que presta servicios municipales o colabora en los mismos, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
De este modo, el protocolo puesto en marcha establece un mecanismo que fija cómo actuar de manera integral y efectiva ante cualquier comportamiento que pueda resultar constitutivo de acoso sexual o por razón de sexo.
Para ello, se han configurado tres tipos de medidas, las preventivas, proactivas o de actuación y reactivas o sancionadoras.
“Con este protocolo pretendemos manifestar nuestra postura de tolerancia cero ante cualquier situación de acoso en el ámbito municipal, de forma que todos los trabajadores dispongan de unas pautas de actuación y de responsabilidad ante el conocimiento de cualquier situación de acoso” ha explicado la concejala de Igualdad, Rebeca Acedo.
Dado que estas medidas están diseñadas para la protección integral contra el acoso, su aplicación no sólo se cierne al lugar de trabajo, sino también a los espacios de descanso, de aseo, sanitarios y a los desplazamientos, incluidos los viajes, actividades sociales y de formación relacionadas con el trabajo.
Además, se extiende al ámbito de las comunicaciones y tecnologías de la información con el propósito de evitar el ciberacoso o acoso virtual.
FASES DEL PROTOCOLO
El protocolo comienza definiendo todas las situaciones y conductas constitutivas de posible acoso sexual para establecer, a continuación, el procedimiento de actuación en el que se marcan las fases y plazos máximos.
De esta manera, dicho protocolo se activaría con una denuncia o queja a la educadora social del Consistorio y a partir de aquí se ponen en marcha las distintas fases a través de una Comisión Instructora.
Las denuncias no pueden ser anónimas, aunque el Ayuntamiento está obligado a garantizar en todo momento la confidencialidad de las partes afectadas.
Una vez cerrado el expediente, se establece un plazo de seguimiento de un mes de las medidas concretadas, levantándose la consiguiente acta.
“Con este reglamento hemos tratado de establecer unas pautas de actuación ágiles y eficaces para dar una respuesta contundente y rápida ante cualquier caso de posible acoso sexual” ha resaltado la edil, añadiendo que “este es uno de los pilares del Plan de Igualdad del Consistorio que estamos implementando y que contiene otras medidas aplicables de manera transversal en la actividad de todas las concejalías para garantizar la convivencia en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”.
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