Los relatos abordan las relaciones de pareja, la pérdida de identidad y la memoria
BARCELONA, 30 (EUROPA PRESS)
La escritora y traductora barcelonesa Carlota Gurt regresa al cuento con el volumen ‘Biografia del foc’, una quincena de relatos en los que vuelve a transitar por temas como las relaciones de pareja, la memoria y la pérdida de identidad: “Me siento cómoda en el género. No me secuestra tanto la capacidad de escribir”.
El libro, que se publica en catalán en Proa y en castellano traducido por ella misma en Libros del Asteroide, llega tras la novela ‘Sola’ y el libro de cuentos ‘Cavalcarem tota la nit’, este último le valió el Premi Mercè Rodoreda 2019, y ha subrayado que intentará seguir cultivando tanto la novela como el cuento.
Gurt (Barcelona, 1976) ha explicado que los cuentos los ha escrito durante los últimos dos años y que, pese a tener aspectos que los relacionan con los de ‘Cavalcarem tota la nit’, tienen un “tono diferente” y diverso que hacen que el conjunto no sea tan áspero como podría haber resultado.
Ha remarcado que alguno de ellos tienen un tono “distante, de ironía trágica, que es un tipo de tono que convenía porque algunos de los temas queman”, por lo que su escritura requerían distancia, mientras que otros son confesionales.
Carlota Gurt ha señalado que en los cuentos hay elementos de carácter simbólico que entre todos ellos constituyen una especie de universo, como es la aparición de aves y vehículos, y que la sensación de “catástrofe” está siempre presente –Chernobyl aparece en un par de relatos–.
La escritora ha asegurado que aunque los cuentos “nacen” de ella y del momento vital en el que estuviera no hay autoficción, y ha subrayado que percibe que como escritora se va destilando su forma de escribir haciéndose cada vez más contundente.
“COMO UN DISCO”
Gurt ha explicado que en el volumen hay cuentos que comparten personajes y temáticas, y ha señalado que es mejor leerlos en orden: “Es como un disco, tiene un recorrido. Después puedes escucharlo suelto”, ha añadido.
Ha señalado que escribe “a trompicones”, combinando con las traducciones que realiza, y ha remarcado que en esta ocasión ha optado también por traducirse ella misma al castellano.
Carlota Gurt ha afirmado quedar “satisfecha” con su traducción pese a que le producía respeto, ha admitido que un traductor puede introducir matices que no son los del escritor, y ha remarcado que incluso ha variado el final de un cuento en una versión y en la otra.
En esa voluntad de combinar cuento y novela, ha señalado que está escribiendo una novela sobre la memoria individual y colectiva como mecanismo de supervivencia, al mismo tiempo que también ha trabajado una novela infantil.
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