MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha anunciado la entrega de otros 20 millones de dólares (cerca de 18,4 millones de euros) para hacer frente a la crisis humanitaria provocada por la guerra desencadenada el 15 de abril entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que ha dejado cerca de 4,5 millones de desplazados.
“Ante el repunte de las necesidades humanitarias en Sudán, con una financiación extremadamente baja, he aprobado 20 millones de dólares adicionales del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF)”, ha dicho el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths.
“Esto eleva a 60 millones de dólares (unos 55,2 millones de euros) el total de fondos del CERF entregados este año a Sudán”, ha manifestado en un mensaje en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, antes de incidir en que “los civiles necesitan asistencia vital ahora”. “Los trabajadores humanitarios necesitan acceso y financiación para entregarla”, ha manifestado.
En este sentido, el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha especificado en rueda de prensa que hasta ahora sólo se ha financiado el 26 por ciento de los 2.600 millones de dólares (alrededor de 2.390 millones de euros) solicitados para el Plan de Respuesta Humanitaria para el país africano.
Los cuatro meses de conflicto armado en Sudán han provocado que más de 3,6 millones de sudaneses se hayan convertido en desplazados internos, mientras que cerca de un millón ha huido hacia países vecinos. Además, más de 240.000 refugiados sursudaneses que estaban en el país han vuelto a Sudán del Sur desde el inicio de la crisis, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
ACNUR ha señalado que “hay unos servicios sanitarios, cobijo, agua y servicios de higiene limitados para los retornados, refugiados y la población local (en Sudán del Sur), al tiempo que ha abundado en que “la prioridad sigue siendo facilitar el transporte para aquellas personas que llegan a la frontera”.
Sudán estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el jefe del Ejército y presidente del Consejo Supremo de Transición, Abdelfatá al Burhan, que tenía como ‘número dos’ al cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro Ejército unificado acabaron degenerando en este conflicto.
El proceso de conversaciones para la integración de las RSF en las Fuerzas Armadas sudanesas era parte clave de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado protagonizado por Al Burhan en octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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