Lo anuncia la ministra de Sanidad en una respuesta parlamentaria
ANDORRA LA VELLA (ANDORRA), 29 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Andorra prevé poner en marcha la receta electrónica durante el año 2024, según ha explicado la ministra de Sanidad, Helena Mas, en una respuesta a la pregunta escrita formulada por la consellera general (diputada) de Andorra Endavant Carine Montaner y que este martes se ha publicado en el boletín del Consell General (Parlamento).
En el escrito, Mas detalla que la receta electrónica es “un proyecto prioritario” del ministerio que supondrá un avance muy relevante, según sus palabras, en calidad y seguridad de la asistencia sanitaria.
Aun así, reconoce que es un proyecto “complejo” que requiere la implicación y coordinación de diferentes equipos y colectivos, principalmente de los equipos técnicos del ministerio de Sanidad, del Servei Andorrà d’Atenció Sanitària (SAAS), de la Caixa Andorrana de la Seguretat Social (CASS), y de los profesionales médicos y farmacéuticos.
Además, señala que “la fortaleza de Andorra” de disponer de medicamentos procedentes de Francia y España conlleva que la implementación del proyecto sea más compleja, expone literalmente.
FASES
La ministra explica que para llevar a cabo el proyecto “con garantías de éxito”, este se ha estructurado en tres fases.
La primera comprende la creación de una base de datos de medicamentos única que incluya los medicamentos españoles y franceses con “las particularidades” del sistema andorrano (incluye todos los medicamentos disponibles y su precio).
Según se expone en la respuesta parlamentaria, la primera fase está “muy avanzada” y se prevé que finalice durante el otoño.
En cuanto a la segunda, incluye la prescripción por parte de los profesionales médicos a través de la historia clínica compartida, “en un formato específico”, que puede llegar electrónicamente a las farmacias.
La ministra asegura que esta fase “es altamente compleja”, se ha empezado a trabajar de forma paralela a la fase interior con el Colegio de Médicos y se prevé que pueda iniciarse de forma generalizada a finales del 2023, indica textualmente el escrito.
La tercera y última fase es la de la integración de las aplicaciones de las oficinas de farmacia para recibir la receta desde la historia clínica compartida y hacer la facturación a la CASS, expone Mas.
Esta parte se ha empezado a trabajar con el Colegio de Farmacéuticos, “aunque es más difícil de calendarizar”, ya que según la ministra requiere evaluar el funcionamiento de las fases anteriores, resolver las disfunciones y adaptar las aplicaciones informáticas.
Es por este motivo que no se prevé que la receta electrónica esté disponible hasta el 2024.
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