La oposición denuncia el nuevo sistema de votación como una trampa para perpetuar al mandatario en el poder
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Alí Bongo Ondimba se presenta para un tercer mandato en las elecciones generales que se celebran este sábado en Gabón, un país sin límites de mandatos presidenciales y en el que el actual dirigente continúa la dinastía política iniciada por su padre, Omar Bongo, hace más de medio siglo, entre denuncias opositoras de manipulación electoral por su nuevo sistema de papeleta única.
Un total de 19 candidaturas, entre ellas la de Bongo Ondimba, en el poder desde 2009, han recibido la aprobación del Centro Gabonés para las Elecciones, el máximo órgano electoral. Cuatro candidatos podrían hacerle frente: el profesor de Economía y ex ministro de Educación Albert Ondo Ossa, de 69 años y representante de Alternancia 2023, una coalición de seis formaciones; el ex ministro de Minas Alexandre Barro Chambrier; el líder del Partido Social Demócrata, Pierre-Claver Maganga Moussavou, y el ex primer ministro Raymond Ndong Sima.
De momento, la oposición ha criticado duramente el nuevo sistema de votación aprobado por decreto a principios de mes. El voto en papeleta única comprende ahora dos nombres, el del candidato a presidente y el de un diputado, ambos del mismo partido político. Por lo tanto, votar por un diputado implica votar por el candidato presidencial de ese partido. Los independientes como Albert Ondo Ossa se enfrentan a un problema adicional: no pueden incorporar a un diputado a su candidatura, por mucho que representen a una coalición de partidos.
Ello implica que, aunque no fuera reelegido presidente, Bongo Ondimba tendría enormes posibilidades de preservar la mayoría de la que disfruta ahora mismo su partido en la Asamblea Nacional, con 96 de 143 escaños, en lo que la oposición entiende como un ataque a la separación de poderes, explica el ‘Le Journal du Afrique’.
Otro aspecto a tener en cuenta en que en Gabón no es necesaria una mayoría para gobernar. Una vez superado el límite mínimo de participación, el candidato con más votos gana. En 2016 Alí Bongo se alzó con la victoria con un 49,8 por ciento de los votos.
Por todo ello, líderes opositores tan destacados como el que fuera presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, ha anunciado que no se presentará a los comicios, argumentando que las elecciones “están preparadas de antemano”. Además, rechazó respaldar a otros candidatos opositores y dijo que “no tiene preferencia en estas condiciones de simulacro”.
En 2016, Ping tildó de “injusta” la decisión del Tribunal Supremo de confirmar la victoria del mandatario por una diferencia de solo 5.500 votos.
Como en años previos, el reparto del petróleo vuelve a estar en el centro de la campaña en el país, uno de los principales productores del continente. Durante la campaña electoral, Bongo ha prometido mayores subsidios familiares y recortes en las matrículas de las escuelas públicas, mientras la oposición ha reiterados sus críticas por desplifarro y apropiación de la riqueza.
Gabón, cabe recordar, tiene un PIB per cápita más alto que muchas otras naciones del África subsahariana. A pesar de ello, más de un tercio de sus 2,4 millones de habitantes viven por debajo del umbral de pobreza, con un desempleo del 37%.
La sombra de la violencia amenaza a las elecciones, teniendo en cuenta que comicios como los de 2016 se saldaron con tres muertos y un millar de detenidos. Es por ello que el representante especial para Gabón para África Central, Abdu Abarry, ha pedido a todas las partes que se abstengan de usar “cualquier forma de violencia, intimidación o ataques a la libertad de expresión”.
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