PALMA, 24 (EUROPA PRESS)
La plataforma ecologista Reviure Tofla ha reclamado al Govern la realización de un estudio de viabilidad económica y ambiental de la planta de hidrógeno de Lloseta, ante lo que ha tachado de “pelea vergonzosa entre partidos” por la inactividad de la infraestructura.
La entidad ha criticado que en el mes de agosto ha saltado a la actualidad esta inoperatividad y que el Ayuntamiento de Palma tenía parados los autobuses de hidrógeno de la EMT.
En un comunicado, han señalado que tanto los gobernantes de ahora, como los de antes “han mirado hacia otro lado cuando algunas voces han puesto en entredicho la burbuja del proyecto de la planta de hidrógeno de Lloseta”.
“Hace tres años se creó la plataforma Reviure Tofla para reclamar la protección de la cordillera de Tofla –amenazada por la cantera de Can Negret– y para censurar que el plan de Reindustrialización del Govern, aprobado en 2019 tras el cierre de la cementera CEMEX, era un engaño donde se enterrarían millones de euros sin dar ninguna alternativa económica a los cientos de familias que se quedaron sin trabajo”, han apuntado.
De este modo, Reviure Tofla ha exigido al Govern que “analice de forma seria” la viabilidad económica y ambiental de la planta de hidrógeno, y elabore un estudio “riguroso” de las necesidades, funcionamiento y consecuencias de las infraestructuras necesarias para la generación de hidrógeno y los usos concretos que puede tener.
En este sentido, han reivindicado que desde el primer día la organización “ha pregonado, sin mucho éxito por lo que se ve, que el proyecto de planta de hidrógeno presentaba muchas dudas técnicas y de viabilidad”.
“Además, se quería vender como un proyecto verde por el simple hecho de crear un parque fotovoltaico junto a la planta, conectado a una subestación eléctrica de Inca, en un claro caso de ‘greenwashing’ de manual. Sin hablar del elevado consumo de agua que se necesita extraer de un pozo del Raiguer y de las deficiencias que presentaba el proyecto por el vertido de las aguas tratadas por la central a la red de saneamiento que desembocarán en la depuradora municipal o se lanzarán al torrente”, han agregado.
Estas circunstancias ya fueron advertidas por Reviure Tofla hace dos años, en un comunicado, para señalar que “la cantidad anual de agua necesaria es de 15.000 metros cúbicos al año, que es lo mismo que consume el municipio de Lloseta (5.800 habitantes) durante un mes”.
La organización ha asegurado, en varios actos públicos, que los usos del hidrógeno “no están claros”, puesto que la propuesta de emplearlo para el transporte “genera dudas” y son “experimentos” que se están realizando a la vez en diversas partes del mundo y “muchos descartados por la falta de eficiencia, junto con el alto coste económico y ambiental”. En Baleares, después de años de “alabanzas” al proyecto por parte de los gobernantes “sólo se han concretado en autobuses públicos de la EMT y poco más”.
“Otra gran falsedad ha sido decir que la planta de hidrógeno sustituiría a la cementera, porque la fábrica de cemento ahora está inactiva pero ha renovado los permisos para reanudar la producción cuando lo indique la multinacional propietaria”, han subrayado.
En junio de 2022 Reviure Tofla indicó que el Govern “acababa de autorizar” a la cementera de Lloseta a reactivarse, al utilizar escorias y cenizas de altos hornos, por lo que la entidad pidió, “sin respuesta”, si esto abría la puerta a importar escorias de fuera de Mallorca.
En julio de 2022, también avisó que el Govern “no tenga ningún medidor de control de la calidad del aire” en Lloseta. “La Red Balear de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire tiene una estación situada en la depuradora de Lloseta, pero es propiedad de CEMEX y los datos no se pueden utilizar para evaluar la calidad del aire”, han manifestado.
El pasado mes de marzo reprocharon al Ayuntamiento de Palma sus planes de transportar, en camiones de gasóleo, el hidrógeno de los autobuses de la EMT y también que mientras no está activa la planta de Lloseta se plantearan importar el hidrógeno en barcos. Al mismo tiempo, presentaron alegaciones al proyecto de canalización e inyección de hidrógeno, pero el Govern “no ha comunicado ninguna respuesta”.
Por todo ello, Reviure Tofla ha reiterado al Ejrecutivo autonómico que en lugar de continuar con “experimentos energéticos muy costosos y tecnologías poco rodadas para la descarbonización de Baleares”, desde su punto de vista, resultaría “más barato a nivel económico y ecológico” mejorar y aumentar de forma significativa el transporte público (autobuses, tren, carriles bici, entre otros) para sustituir el coche privado. Igualmente, piden sustituir la inyección de hidrógeno en la red de gas existente por “el fomento del autoconsumo y comunidades energéticas con energías renovables, así como la reducción y el ahorro energético”.
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