MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La presidenta de La Liga Femenina, Beatriz Álvarez, ha denunciado que la Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) es “una auténtica pantomima” y su manera de funcionar “no es democrática en absoluto”, por lo que invitó a las instituciones y al Gobierno a comprobarlo siguiendo la reunión convocada para este viernes.
En declaraciones a Cope recogidas por Servimedia, explicó que lleva treinta años en el fútbol femenino y no ha llegado a La Liga F “precisamente a callarme”, por lo que se consideró “legitimada para decir que es una auténtica pantomima”. De hecho, invitó al Gobierno, a las instituciones que tienen “potestad de controlar” lo que sucede en la RFEF y al conjunto de ciudadanos a seguir la reunión de este viernes por ‘streaming’ y comprobar cómo las votaciones se hacen a mano alzada con cartulinas de colores, las cámaras enfocan a quienes se mostran críticos y hay “un absoluto control” de lo que sucede.
A pesar de todo ello, expresó su confianza en que España dé “ejemplo al resto del mundo” y no se permita que lo sucedido con el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, quede en una “reprimenda”, como supondría una sanción temporal tras la cual pudiera regresar a ocupar ese cargo.
Álvarez considera que los comportamientos de Rubiales son “inadmisibles” para representar “la marca España” y ante ello hay “dos caminos”: uno, que con “un poco de dignidad” él mismo dimitiera, ya que el hecho de que “un jefe coja a una trabajadora de la cara y le dé un beso” es un comportamiento “inadmisible” y a ello se unen sus gestos en el palco y sus “insultos” a quienes le criticaron. “Esto no se puede tolerar”, sentenció. Sin embargo, parece que que “no se le pasa por la cabeza” dimitir, a pesar de que incluso “el presidente del Gobierno se lo ha pedido”. El otro camino, añadió, es “que el Gobierno actúe”, que sea consecuente” con lo que ha trasladado públicamente.
En este sentido, precisó que tiene “el mecanismo legal” para poder hacerlo a través de las denuncias presentadas ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) para elevar al Tribunal Administrativo del Deporte la petición de inhabilitación formulada, por ejemplo, por La Liga F. “Tiene los recursos y los medios para poder hacerlo”, sentenció, y todo lo demás sería “un error” y “una derrota como país”.
Álvarez insistió en que el beso de Rubiales a la jugadora Jenny Hermoso no fue “algo espontáneo” sino que fue una muestra más de un “comportamiento habitual” caracterizado por “violencia gestual”, por un “carácter impulsivo y chulesco” que han sufrido muchas personas, también ella, como cuando llegó a la Presidencia de La Liga F, acababa de ser madre y le pidió que las reuniones fueran telemáticas, a lo que él respondió por escrito emplazándola a “delegar” y a que “me dedicara a ser madre”. Como algo aislado puede ser “reprochable pero no denunciable”, como así fue cuando lo trasladó al CSD, pero cuando esos comportamientos no se corrigen y acaban “saliendo de forma natural” sucede lo que finalmente ha sucedido, que lo acaba viendo “todo el mundo”.
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