La selección gala, podio en los últimos grandes torneos, no se conforma con menos aunque parte de un duro Grupo H
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La selección de Francia acude al Mundial de baloncesto sin todo el potencial que podría pero con el alivio de que su Grupo H fue también perdiendo calidad con las bajas de Jamal Murray, en Canadá, y Kristaps Porzingis, en Letonia, completando el cartel Líbano.
El equipo galo, bronce en la pasada Copa del Mundo, es una de las candidatas a estar de nuevo en la pelea por las medallas en la cita que acogen Indonesia, Japón y Filipinas. Sin embargo, lo sería más si contara en sus filas con Joel Embiid, nacionalizado el año pasado pero sin tenerlo claro ni llegar a debutar, y Victor Wembanyama, el prometedor número uno del ‘draft’.
El MVP de la NBA no sintió la llamada de la Bastilla o Philadelphia no estaba por la labor, como ocurre con la gran mayoría de estrellas de la mejor liga del mundo a la hora de las citas internacionales. El caso es que Francia no tendrá ese plus y Vincent Collet tampoco disfrutará del recién llegado a los Spurs. Un Wembanyama que, con su 2,24 aunque se mueva como si fuera un base, está llamado a marcar una época.
El sueño de unir esos dos tanques a Rudy Gobert no se cumplió, pero la subcampeona de Europa y olímpica mantiene una escuadra de calidad. La buena noticia para Francia es el regreso de Nando de Colo y Nicolas Batum, quienes no estuvieron en la amargo pasado Eurobasket, donde cayeron en la final ante una España sin estrellas. Evan Fournier y el jugador del Real Madrid Guerschon Yabusele son los otros buenos argumentos de la candidatura gala.
EL GRUPO DE LA MUERTE NO LO ES TANTO POR LAS BAJAS
El Grupo H perdió gran parte de su glamour con las bajas de Jamal Murray y Kristaps Porzingis, buenas noticias para los franceses de cara a los dos billetes a la segunda fase, la que da ya el pase a cuartos de final. Canadá promete mucho, joven y con talento NBA, y estará liderada en el banquillo por el entrenador español Jordi Fernández, quien se hizo cargo de los norteamericanos este mismo verano.
El técnico asistente en Sacramento Kings tendrá un reto mayúsculo en la dirección de un equipo que no podrá presumir de un reciente campeón de la NBA con Denver como Jamal Murray. Así, un jugador de 35 puntos por partido, con Oklahoma, como Shai Gilgeous-Alexander, un RJ Barrett muy de la selección además de los Knicks, y Dwight Powell y Kelly Olynyk serán los jugadores a tener en cuenta.
El preparador catalán viene advirtiendo que su equipo es de futuro, con la vista en los Juegos Olímpicos de París 2024, pero partido a partido puede romper barreras. La de Letonia es ya simplemente haber llegado a Yakarta para disputar por primera vez una Copa del Mundo después de un camino triunfal.
Sin embargo, el combinado letón se quedó cojo sin Kristaps Porzingis, obligado a renunciar por una fascitis plantar. El jugador de los Celtics es de los que gana partidos y la novata, que firmó 11 victorias seguidas en la fase de clasificación, tendrá que mantener su hambre de Mundial con los hermanos Bertans, siendo además uno de los mejores equipos en acierto exterior.
El Grupo H lo completa la selección de Líbano, en un Mundial por primera vez desde 2010 y con opciones de dar la campanada de pasar de fase ante rivales que pueden estar preocupados por sus ausencias. Su baza pasa por uno de los mejores jugadores asiáticos de los últimos años, Wael Arakji, quien fue MVP de la pasada Copa de Asia, donde el equipo libanés perdió la final ante Australia.
El base fue el mejor el año pasado precisamente en Yakarta, promediando 26 puntos por partido. Ali Haidar, Sergio El Darwich, Hayk Gyokchian o Youssef Khayat son buenos jugadores también, y se conocen bien como veteranos de la selección, pero Líbano tendrá que rendir al 200% si quiere dar la sorpresa.
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