MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La Fundación CARF (Centro Académico Romano Fundación) ha destinado casi seis millones de euros a la formación de seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos, según se desprende de su Memoria correspondiente a 2022 que detalla que total las donaciones periódicas (1,4 millones) y puntuales (3,8 millones) ascendió a un total de 5.264.000 euros.
A estas cifras deben sumarse 872.000 euros procedentes de legados y testamentos, “cifra muy inferior” a la obtenida en el ejercicio 2021 cuando se alcanzaron los 4,2 millones de euros, añade la Memoria, y 533.000 euros de la renta e ingresos derivados de la gestión del patrimonio. Con todo, el total de los ingresos obtenidos en 2022 alcanzó los 6.669.000 millones de euros.
“Repasando el entorno en el que nos hemos movido en 2022, cabe reseñar la inestabilidad global: crisis energética, subida de las materias primas y combustibles, guerra de Ucrania, mercados inestables… hitos que sin duda han generado inquietud entre todos nosotros. Pero, pese a esas circunstancias, los recursos obtenidos han supuesto un año récord en nuestra historia”, ha indicado su director general, Luis Alberto Rosales.
La Memoria añade que la Fundación CARF ha destinado 5,8 millones de euros a ayudar a la formación de sacerdotes, seminaristas y religiosos (incluidas las ayudas del Patronato de Acción Social), lo que supone un 67,6 % del total de los recursos aplicado durante 2022 y que ha beneficiado a 1.915 estudiantes de todo el mundo.
Además, el ‘endowment’ o fondo de dotación de la Fundación CARF ha aportado para becas la cantidad de 450.000 euros que han supuesto el 8% del total de ayudas concedidas.
Respecto al cierre del ejercicio, desde la fundación han lamentado que “ha sido negativo”, debido a que los recursos obtenidos mediante legados y testamentos fueron “significativamente más bajos” que en 2021, al igual que ha sucedido con las rentas e ingresos obtenidos por la gestión derivada del patrimonio de CARF. En total, 2022 ha cerrado con una pérdida de 1.906.000 euros.
Por otro lado, la Memoria destaca que aproximadamente 5.300 donantes anuales garantizan la independencia y continuidad de la institución. Así, este curso pasado, la Fundación CARF –que se puso en marcha en 1989– ha apoyado a 1.915 seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos de 79 países distintos: de Europa proceden de 24; de América vienen de 22; de África, de 22; en el caso de Asia son de nueve; y de Oceanía, de dos.
CAMPAÑAS DE DONACIONES
Durante 2022, la Fundación CARF ha impulsado cuatro campañas de donaciones con diferentes misiones, como la campaña ‘Dona estuches de vasos sagrados’, para que los seminaristas, una vez regresen a sus diócesis para ordenarse sacerdote, puedan celebrar la Santa Misa en lugares inaccesibles y con escasos recursos. La mochila contiene vasos sagrados, objetos litúrgicos y un alba a medida tejida a mano por las voluntarias del Patronato de Acción Social. El estuche en cuestión tiene un coste de 600 euros.
Otra de las campañas ha sido ‘Legados solidarios y testamentos: toda tu vida para darla’, que busca “concienciar sobre la importancia de trascender a tu vida de una forma perpetua, y seguir con el apoyo a sacerdotes y seminaristas de todo el mundo”.
En cuanto a la iniciativa ‘Ayúdanos a sembrar el mundo de sacerdotes: qué ninguna vocación se pierda’ pretende “transmitir la urgencia de promover las vocaciones, indispensables para la administración de los sacramentos” mientras que la campaña ‘Los sacerdotes, la sonrisa de Dios en la tierra: pon cara a tu donativo’ se enfoca en donantes cuya aportación supera los 500 euros anuales para asignarles un becario, con nombre y apellido, al que irá destinada su ayuda.
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