MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Un estudio con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) constató que las zonas en las que el atún tropical listado se pesca en abundancia se desplazaron, desde enero a agosto, hacia el norte, desde el ecuador hasta Canarias, siguiendo los patrones de deposición de polvo del Sahara en el Atlántico.
El trabajo, publicado en la revista científica ‘Atmospheric Environment’, resaltó la importancia del polvo sahariano en el ecosistema marino.
Según informó el investigador del CSIC en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología y primer autor del estudio, Sergio Rodríguez, “estos resultados tienen enormes implicaciones pesqueras y económicas, pues el atún listado es el atún comercial más importante del Atlántico, con capturas anuales de alrededor de 253.000 toneladas al año. El atún listado se encuentra habitualmente en conservas en lata. Sus capturas representan el 48% de las capturas totales de túnidos y el 56% de las capturas de túnidos tropicales en este océano, según los datos usados en este estudio, suministrados por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico”.
Según este estudio, cada año el atún listado realiza, de invierno a verano, una migración hacia el norte, desde las aguas ecuatoriales del Atlántico hasta el subtrópico, alcanzado, entre otras regiones, Mauritania y Canarias. Durante esta migración el atún listado tiende a aglomerarse en zonas en las que encuentra presas de las que alimentarse y en las que, a su vez, el atún listado es pescado en abundancia.
Estas zonas requieren de aportes importantes de nutrientes que permiten que crezca el fitoplancton (el pasto o hierba del mar), que de este fitoplancton se alimenten a su vez los herbívoros marinos, y que de estos herbívoros se alimenten los carnívoros marinos, a través de la red alimentaria.
El estudio publicado por investigadores del CSIC la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Universidad de La Laguna y el Instituto de Investigación y Desarrollo de Francia, puso el foco en los patrones de desplazamiento del polvo sahariano.
EL NUTRITIVO POLVO DEL SAHARA
Según este estudio, los ecosistemas marinos requieren de nutrientes para el crecimiento del fitoplancton. Estos pueden llegar a las aguas superficiales por varias vías. Este nuevo estudio puso de manifiesto la importancia de los aportes atmosféricos de determinados nutrientes.
Sergio Rodríguez indicó que “a las aguas abiertas de los océanos se les denomina con frecuencia los desiertos azules porque suelen ser pobres en nutrientes y, en consecuencia, en fitoplancton; en estas zonas la deposición atmosférica representa el mayor aporte de nutrientes y en este sentido destacamos el aporte del polvo del Sahara pues aporta nutrientes limitantes, como el hierro y fósforo, entre otros. El polvo desértico del Sahara contiene hierro (4%) y fósforo (0.8 ‰), esenciales para que el fitoplancton puede fijar nitrógeno y usarlo para crear aminoácidos”.
El equipo de investigación que realizó este estudio es multidisciplinar, e incluyó a expertos en atún tropical, biología marina, meteorología, física de la atmósfera y geoquímica del polvo sahariano.
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