MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Un estudio realizado por el Beth Israel Deaconess Medical Center (Estados Unidos) ha revelado que los pacientes hospitalizados por COVID-19 presentan casi el doble de tasas de mortalidad tras el alta que los pacientes con gripe.
En su investigación, publicada en la revista científica ‘BMJ’, utilizaron datos de Estados Unidos para caracterizar el riesgo a largo plazo de muerte y reingreso hospitalario tras ser hospitalizado con la COVID-19 entre los beneficiarios de 65 años o más.
Entre las personas que ingresaron en el hospital con COVID-19 y fueron dadas de alta con vida, el riesgo de muerte tras el alta fue casi el doble del observado en las que fueron dadas de alta con vida tras un ingreso hospitalario relacionado con la gripe.
La investigación comparó los resultados de más de un millón de beneficiarios de Medicare ingresados en el hospital con COVID-19 entre marzo de 2020 y agosto de 2022 y una cohorte histórica de casi 58.000 beneficiarios ingresados en el hospital por gripe entre marzo de 2018 y agosto de 2019.
Los médicos-investigadores observaron que los pacientes hospitalizados por COVID-19 tenían una mayor mortalidad intrahospitalaria en comparación con la cohorte de la gripe (17% frente a 3%), pero este mayor riesgo de muerte después de la hospitalización por COVID-19 persistió a los 30 días, 90 días y 180 días después del alta. La mayor diferencia de riesgo entre los dos grupos se concentró en los primeros 30 días tras el alta.
Dentro de la cohorte de COVID-19, se encontraron diferencias significativas en el riesgo de muerte a los 180 días tras el alta, en función de la raza y el estatus socioeconómico. Las personas afiliadas tanto a Medicaid como a Medicare presentaban un mayor riesgo de muerte.
Los pacientes de raza negra tuvieron un mayor riesgo de muerte o rehospitalización en comparación con los pacientes de raza blanca, en gran parte debido a un mayor riesgo de rehospitalización. En cambio, el riesgo de muerte fue ligeramente inferior en los pacientes negros que en los blancos.
“Se ha demostrado que las personas con bajos ingresos y las pertenecientes a minorías raciales o étnicas tienen un mayor riesgo de sufrir acontecimientos adversos asociados a la COVID-19 aguda, incluidas tasas más elevadas de infección, ingresos hospitalarios y muerte intrahospitalaria. Descubrimos que muchas de estas desigualdades persisten entre una cohorte de pacientes que fueron dados de alta con vida tras ingresos hospitalarios relacionados con la COVID-19”, ha explicado el coautor principal del trabaj, Robert W. Yeh.
La cohorte de la COVID-19 también experimentó un mayor riesgo de reingreso hospitalario a los 30 días y a los 90 días en comparación con los pacientes con gripe; sin embargo, a los 180 días, la tasa de reingresos era similar entre los dos grupos.
Los motivos más comunes de reingreso fueron afecciones circulatorias, afecciones respiratorias, sepsis, insuficiencia cardiaca y neumonía. Dentro de la cohorte de la COVID-19, los pacientes negros y los que reunían los requisitos para doble ingreso tenían más probabilidades de ser readmitidos que los blancos.
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