La plantación es una de las más “singulares” de Bizkaia y un vecino de Bilbao ha sido detenido
BILBAO, 7 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil ha desmantelado una plantación de marihuana indoor de un valor estimado de 100.000 euros en un chalet unifamiliar de dos plantas de Laukiz. En la operación se ha detenido a un vecino de Bilbao acusado de un delito contra la salud pública, según ha informado este lunes la Comandancia de Bizkaia de la Guardia Civil.
Las investigaciones dieron comienzo en el mes de mayo cuando los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Bizkaia tuvieron conocimiento de la existencia de una vivienda en la localidad de Laukiz, en la que se estaría cultivando marihuana tipo indoor.
Se trataba de un chalet unifamiliar de dos plantas, alejado de la carretera, con el césped bien cortado y un vehículo estacionado continuamente en la puerta, aparentando que residía alguien en la vivienda.
El detenido, residente en Bilbao, permanecía por cortos espacios de tiempo en el chalet, incluso no llegando a acudir algún día al mismo. Sin embargo, la situación cambió días antes de su detención, cuando se observó que permanecía más horas en el interior de la casa, lo que unido al hecho de disminución del consumo de luz y la afluencia de otros moradores a la vivienda, hizo sospechar que habría procedido al corte de las sumidades floridas (cogollos) de marihuana.
Realizada entrada y registro a la vivienda a finales de julio, los agentes observaron que todas las estancias del chalet estaban acondicionadas con una compleja instalación eléctrica y de riego para albergar una producción de manera cíclica de plantaciones tipo indoor. Así como que las plantas se encontraban secándose en una habitación contigua a las de cultivo.
La plantación ha sido considerada como una de las “más singulares” detectadas en Bizkaia, ya que el sistema empleado para la extracción de aire caliente lo hacía a través de cámaras de aire bajo el suelo de la vivienda. Este método disipaba el calor detectable por medidores térmicos y dificultaba la localización de la plantación.
A esto se unía un revestimiento en paredes de capas de papel aluminio que hacía que evitara la detección de calor en la estructura del chalet, y un sistema de extractores que evacuaban el calor internamente dirigidos por conductos a la cámara de aire construida bajo la vivienda, manteniéndola fuera de toda sospecha. Además, la casa se encontraba entre “paredes” de árboles naturales, que además de impedir la visión, hacían efecto refrigerante hacia la zona interior de la vivienda.
En la operación se ha logrado intervenir más de 5.500 gramos de (cogollos), 9.320 de picadura vegetal de color verde y ramas con hojas de cannabis sativa. También se ha incautado diversa maquinaria de las utilizadas para procesar grandes cantidades de marihuana, como peladoras de cogollos que facilitan y agilizan en gran manera la extracción de la droga de la planta.
El valor estimado de inversión en material y acondicionamiento de la instalación sería de unos 100.000 euros, elaborando grandes producciones de marihuana, alcanzando las cinco cosechas anuales, que hace pensar que la cantidad elaborada no estaba destinada al consumo local, sino que abastecería a otras provincias o, incluso, dicha producción estaría destinada para ser transportada al extranjero.
El material instalado para la producción de marihuana podría soportar entre 4 y 5 producciones completas al año, produciendo unas 1.000 plantas por ciclo. Teniendo en cuenta esta estimación, se puede obtener anualmente hasta 125 kilogramos de producción con un beneficio económico de algo más de 800.000 euros anuales.
Para acometer estos cultivos masivos, y con el fin de obtener una gran rentabilidad, se realiza un enganche ilegal a un suministro eléctrico que ayude a proveer de potentes fuentes de luz y calor, de manera continua, a la instalación. Estos enganches para no ser detectados, se recurre a especialistas utilizando sofisticados sistemas para el robo de electricidad.
En este caso, el enganche se encontraba realizado en una arqueta subterránea de suministro dentro de la parcela, lo que hacía indetectable el punto exacto, e impedía la labor inspectora tanto de la compañía eléctrica como de los cuerpos policiales.
La investigación ha sido desarrollada por guardiasciviles del EDOA (Equipo Delincuencia Organizada y Antidroga) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Bizkaia, contando como en otras ocasiones, con técnicos de la compañía distribuidora de suministro eléctrico Iberdrola. La operación culminó con la detención de una persona por delitos contra la salud pública por cultivo y elaboración de marihuana y defraudación de fluido eléctrico.
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