MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Una ballena fosilizada de hace aproximadamente 38 millones de años, descrita como ‘Perucetus colossus’ y descubierta en el desierto peruano de Ica, se postula como el animal más pesado que haya vivido jamás en la Tierra, destronando a la ballena azul, que ostenta este honor, según una investigación publicada este miércoles por ‘Nature’.
Las ballenas azules, que están en peligro de extinción, pesan entre 100 y 150 toneladas, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar las 200. Los autores del hallazgo sugieren que ‘Perucetus colossus’ pesaba entre 85 y 340 toneladas -seguramente 180- tras el estudio de los restos encontrados: 13 vértebras, cuatro costillas y una parte de su pelvis; partes de una osamenta compuesta por unos huesos que eran grandes y densos, una adaptación evolutiva que le permitió bucear.
Las ballenas de buceo profundo son capaces de vaciar completamente sus pulmones cuando se sumergen, pero ‘Perucetus colossus’ probablemente vivía en áreas profundas, lo que significa que se sumergía con aire en los pulmones, razón por la cual tendría unos huesos tan pesados.
Durante el periodo del Eoceno, la mayoría de los recursos marinos se encontraban en el fondo de los océanos, según Rodolfo Salas-Gismondi, paleontólogo de la Universidad Cayetano Heredia de Lima (Perú), por lo que lo que resulta difícil determinar de qué se alimentaba el ejemplar encontrado.
Durante la época del Eoceno, la mayoría de los recursos marinos habrían estado en el fondo del océano, dice el coautor Rodolfo Salas-Gismondi, paleontólogo de la Universidad Cayetano Heredia en Lima, Perú. Pero si la ballena antigua comía pastos marinos, moluscos, los cadáveres de otros animales o algo completamente diferente sigue siendo un misterio.
Los restos se encontraron en 2012 en un depósito rico en fósiles llamado Formación Pisco, radicada en el desierto de Ica. En un primer momento, Mario Urbina, paleontólogo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima y su equipo no estaban seguros de que lo encontrado fueran huesas, lo que provocó que consultara con Rodolfo Salas-Gismondi su descubrimiento.
Salas-Gismondi explicó que la extracción de los huesos se llevó a cabo en 20 expediciones, y actualmente el fósil completo forma parte de la colección del Museo de Historia Natural de Lima.
A su vez, Nicholas Pyenson, paleontólogo de la Institución Smithsonian en Washigton DC (EEUU) destacó que ‘Perucetus colossus’ es una pieza “estupenda y muy rara”, y se mostró convencido de que reescribirá la historia de la evolución del tamaño de las ballenas; sin embargo, es reacio a considerarlo el animal más pesado que haya vivido en la Tierra, ya que “calcular el peso corporal de una especie extinta es muy, muy difícil”, a lo que añadió que el esqueleto está incompleto, por lo que “no sabemos cómo poner la carne sobre el hueso”.
‘Perucetus colossus’ forma parte de un grupo de ballenas extintas conocidas como basilosáuridos, que solían ser animales furtivos, lo que lleva a Nicholas Pyenson a pensar que este ejemplar era más ligero que una ballena azul. “Prefiero ser escéptico”, deslizó.
Los autores del hallazgo no afirman rotundamente que ‘Perucetus colossus’ sea el animal más pesado que haya vivido en la Tierra, sino que podría haberlo sido. En ese sentido, quedan muchos pasos para determinar el peso de un ser vivo completo a partir del de un fósil. En este caso, se desconoce la forma de la cabeza, ya que no se ha encontrado su cráneo.
El equipo de investigadores llevó a cabo una reconstrucción visual de cómo habría sido la ballena, basando la cabeza en cráneos de especies de basilosáuridos conocidas, pero dejaron claro que algunos de los detalles son especulativos, puesto que podría haber sido más delgado o más grueso. En cuanto a su forma, “probablemente como una salchicha gigante”, según Eli Amson, paleontólogo del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (Alemania).
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