La Escuela de Navales de Madrid arrima el hombro y subasta maquetas de barcos en su beneficio
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Sonrisa de Guille, entidad sin ánimo de lucro que desde hace varios años da empleo a personas con capacidades diferentes, está en pleno proceso de supervivencia para reponerse de una deuda adquirida por una empresa que desaparecida del mapa y para la cual trabajaron tras pandemia.
Luchando por sobrevivir a un agujero de 60.000 euros y manteniendo espíritu y vocación, la historia de La Sonrisa de Guille es la de sus dos impulsores, Pedro y Marisol, ingenieros de profesión que dejaron todo cuando su hijo Guillermo llegó a sus vidas, y lo hizo de la mano del Síndrome de Angelman, dolencia que le genera discapacidad intelectual severa, ausencia del habla y problemas de movilidad.
–Todo interesado puede donar a través de la web lasonrisadeguille.org o por Bizum al 06907–.
Otra particularidad es que está siempre alegre. “Feliz, siempre sonriendo y dispuesto a todo”, detalla a Europa Press Pedro, padre de Guille.
Al nacer Guille, Pedro y Marisol conocieron el mundo de la discapacidad y empezaron a colocar en la primera línea de sus preocupaciones lo que el futuro le depararía a su hijo.
Conocieron entonces distintos modelos para atender la discapacidad, desde centros de terapia ocupacional; centros de día, de modelo más asistencial; o integración directa en el mercado laboral. Y de este sota, caballo y rey, decidieron explorar cómo impulsar al máximo las destrezas de personas con capacidades diferentes.
Así nace La Sonrisa de Guille, que empezó como actividad extraescolar y que cogió ese nombre por la continua actitud de su hijo de mantener siempre la felicidad. “Fue la inspiración”.
Como logo, “una lágrima dada la vuelta” como paradigma de “cómo convertir la tristeza en sonrisas” al tener que enfrentarse a la discapacidad para enfocarla desde el optimismo. Y por eso el naranja es el color elegido, el complementario al azul, el color de la lágrima.
VENA FRIKI COMO OPORTUNIDAD
Aprovechando su formación como ingenieros y la “vena friki” de los dos, tocaron el palo de la impresión 3D para convertirlo en el paradigma de la formación que impartirían a los usuarios de su asociación.
Se fundó la entidad y empezaron a construir piezas, encontrando una tecla sostenible con la que se hacían productos de calidad que podían competir y que además daban trabajo a personas con discapacidad.
“Decidimos dejar nuestros trabajos y dedicarnos a La Sonrisa de Guille”, detalla Pedro, quien apunta que incluso consiguieron calificación como Entidad de Utilidad Pública y Centro Especial de Empleo, con lo que se abrió la puerta a ayudas públicas que, si bien no eran el grueso de los ingresos, les permitieron dar trabajo a personas con discapacidad más severa.
LLEGA LA PANDEMIA
Todos los modelos que salían de la factoría se usaban como ‘merchandising’ para eventos o como regalo, hasta que llega la pandemia, “un palo terrible” por el cierre de las relaciones humanas, su principal nicho de mercado.
Con lo más duro superado, apareció REBY, una empresa de movilidad compartida de Barcelona. Argumentando un gran “compromiso social”, la empresa dio trabajo a La Sonrisa de Guille en tareas de logística y reparación de sus patinetes en las calles de Madrid y Alcobendas, labores para las que incluso la entidad amplió plantilla.
Durante meses fue “bastante bien” la aventura, y aunque tarde, la empresa pagaba, hasta que dejaron de hacerlo argumentando que iban a vender la entidad a un fondo canadiense. “Nos pidieron aguantar sin cobrar hasta vender, algo que ocurrió en mayo”.
Pasaron los meses hasta diciembre de 2022, cuando surge la noticia de que el fondo canadiense que iba a hacerse con REBY rehusó del movimiento aduciendo la presentación de cuentas falsas.
“Y ahora mismo tenemos un agujero con REBY de unos 60.000 euros que nos está haciendo bastante daño. Creemos que nunca vamos a recuperar ese dinero”, ha dicho.
Aunque hay empresas como Naturgy, Siemens Gamesa o Navantia que están interesadas en trabajar con La Sonrisa de Guille, la falta de liquidez hace que no puedan asumir encargos por no poder adelantar dinero. “Y no tenemos vías de financiación, porque las calificadoras de riesgo, por nuestro forma jurídica, ni tan siquiera nos evalúan”.
En el camino, se han encontrado buenos compañeros de viaje entre los que Pedro ha querido citar al despacho Ortiz Abogados, donde Santiago, su presidente, está llevando el caso de manera totalmente altruista.
Ya hay demanda interpuesta y un juzgado de Barcelona ha reconocido la deuda, “pero tiene el mismo problema que La Sonrisa de Guille, y es que no localiza a la empresa”.
“Se está dejando caer una entidad como ésta y jugando con el futuro de personas con enfermedad mental. Hemos tenido que despedir a personas con graves problemas para los que La Sonrisa de Guille era su principal apoyo, y no es fácil”, lamenta Pedro.
LA ALIANZA CON NAVALES
El espíritu de lucha de toda la entidad, en todo caso, no se apaga, y se están entregando nuevos proyectos, como una maqueta tiflológica para la ONCE que puede ser percibida por personas invidentes gracias al tacto.
En este camino, Soria se ha encontrado “la gran suerte” de que la Escuela de Navales, donde se formó y desempeñó parte de su carrera, ha cedido modelos en desuso para las subastas cuyos beneficios redundan de manera íntegra en la asociación.
“Esto nos da visibilidad, y eso nos trae más pedidos. Pero tenemos el mismo problema, la falta de liquidez”, ha alertado, añadiendo esperanzado que ya se han subastado 7 modelos.
“Somos optimistas y tenemos ilusión. Nuestros productos tienen una excelente acogida y mucha calidad”, ha dicho Pedro, que remite a todo aquel interesado en hacer un donativo o adquirir sus productos para regalar integración y solidaridad” a la renovada página web de La Sonrisa de Guille.
APOYO SIN FISURAS DE NAVALES
El responsable del canal de la Escuela de Navales, Antonio Souto, ha reconocido que la labor de la asociación es “admirable”, y desde el grupo de investigación que dirige han querido ser sensibles, llegando incluso a encargar a los chicos la elaboración del ‘merchandising’ de un congreso internacional, además de otras iniciativas, como la fabricación de camisetas para eventos o una maqueta.
Además, ceden los modelos sobrantes para las subastas de Ebay de cara a dedicar el dinero a esta asociación, algo que ha tenido eco entre ingenieros navales, ya que se trata de modelos “muy bonitos” que, más allá de poder servir de adorno, llegan incluso a tener valor histórico.
El primer Copa América español del año 92, el primero con ‘Desafío español’ y “el mejor realizado hasta la fecha”, se está subastando actualmente a través de la página web de La Sonrisa de Guille y seguro que despierta interés entre aficionados al mundo de la vela.
Bases para mesas o jardineras pueden ser otras utilidades para los modelos que ahora se subastan, desde pesqueros o modelos de cruceros. “Si te interesa el mundo del mar, son modelos reales”.
Ya se han subastado una decena de unidades, y la idea, según explica, es continuar y conseguir difusión para tener más alcance y poder ayudar más todavía a La Sonrisa de Guille.
El director de la Escuela de Ingenieros Navales, Antonio Crucelaegui, ha dicho sobre la iniciativa que es de “elevado interés social y humanitario”, y por eso tenían que apoyarla, toda vez que Pedro es profesor de la institución.
Este “centro único en España” tiene muchos modelos de maquetas que ahora “pueden ser de ayuda para poner en valor la importancia” de La Sonrisa de Guille, “sus objetivos y el bien que hace”.
“La escuela no sólo está para formar, está para ayudar a sus profesores, a sus alumnos, e integrarlos en un modelo mucho más justo. Estamos encantados de ayudar en esta iniciativa”, ha agregado el director de la Escuela.
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