MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Los gobiernos de Rusia y China han abogado este jueves por la apertura de un “diálogo” para resolver la crisis en Níger a raíz del golpe de Estado protagonizado el miércoles por la Guardia Presidencial, que mantiene retenido al presidente, Mohamed Bazoum, y ha anunciado la disolución de la Constitución y el cierre de las fronteras.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, ha señalado que Moscú “sigue con preocupación” la situación en Níger y ha pedido a las partes que “eviten el uso de la fuerza” y “resuelvan las diferencias a través de un diálogo pacífico y constructivo”.
“Esperamos una resolución rápida de esta crisis política en interna, en interés de la restauración de la paz civil y en beneficio del amigo pueblo nigerino”, ha manifestado, antes de incidir en que Rusia “cuenta con la rápida liberación de Bazoum por parte del Ejército”.
Asimismo, ha recomendado a los ciudadanos rusos que “eviten realizar viajes a Níger que no sean debidos a asuntos urgentes hasta que la situación vuelva a la completa normalidad”, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores ruso a través de su cuenta en Telegram.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, ha recalcado que Pekín “sigue de cerca” la situación y ha pedido a las partes que “actúen a partir de los intereses fundamentales del país y de la población”.
En este sentido, ha solicitado durante su rueda de prensa diaria que “resuelvan pacíficamente las diferencias a través de un diálogo, restauren cuanto antes el orden normal y mantengan la situación de paz, estabilidad y desarrollo”, tal y como recoge el Ministerio de Exteriores chino en su página web.
Horas antes, los sublevados en el seno de la Guardia Presidencial –encabezada por Oumar Tchaini desde 2011– anunciaron la destitución de Bazoum y la formación de una junta bajo el nombre de Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP). Asimismo, disolvieron la Constitución, impusieron un toque de queda y ordenaron el cierre de las fronteras.
Poco después, el Estado Mayor del Ejército de Níger ha afirmado que “suscribe” el anuncio de los golpistas “con el objetivo de preservar la integridad física del presidente y de su familia, evitar un enfrentamiento mortal entre las diferentes fuerzas que derive en un baño de sangre y garantizar la seguridad de la población y la cohesión en el seno de las Fuerzas de Defensa y Seguridad, se ha decidido suscribir la declaración”.
La comunidad internacional –Naciones Unidas, la Unión Africana (UA), la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la Unión Europea (UE) y países como Estados Unidos y Francia– han condenado el levantamiento y han reclamado la liberación inmediata del mandatario, retenido en el Palacio Presidencial desde el miércoles, cuando los amotinados bloquearon los accesos al edificio.
Níger es un aliado clave de varios países occidentales, incluidos Estados Unidos y Francia, en la lucha contra el yihadismo en África Occidental y hasta ahora ha logrado evitar la inestabilidad política que ha afectado a otros países de la región por la inseguridad. Burkina Faso, Malí y Chad se han visto afectados por diversas asonadas, varias de ellas por el descontento entre los militares por la lucha contra el terrorismo.
El país hace frente a la amenaza terrorista en el oeste por parte de la rama de Al Qaeda en Malí, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS). Asimismo, la región de Diffa, bañada por el lago Chad, es escenario de ataques con relativa frecuencia por parte de Boko Haram y de su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA).
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