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La Fundación Descubre convoca a 105 promotores de todo el país en el Registro Nacional de Turismo Científico

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SEVILLA, 26, (EUROPA PRESS)

La Fundación Descubre ha reunido a un total de 105 promotores de diferentes partes del país, los cuales forman parte desde este miércoles del primer Registro Nacional de Turismo Científico después de que el Consejo Asesor del proyecto Turismo Científico haya aprobado su incorporación.

En un comunicado, la Fundación Descubre ha informado de que el proyecto, financiado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), ha crecido tras sumar a los nuevos promotores para los dos próximos años, una vez que se ha cerrado la tercera convocatoria.

Tras la evaluación del Comité de Expertos, se ha decidido que a los 92 promotores que ya estaban presentes en el Registro se sumen un promotor de Canarias, otro del País Vasco y un tercero de la Comunidad de Madrid, junto a diez promotores de Andalucía –tres de Granada, dos de Málaga y cinco Sevilla–. Todo ellos obtienen un distintivo para los dos próximos años que reconoce su pertenencia como promotores del Registro Nacional. El proceso actual es el resultado de la tercera convocatoria del proyecto.

El Registro Nacional de Turismo Científico incluye a instituciones de investigación o divulgación, ayuntamientos, empresas o divulgadores y divulgadoras con una oferta turística que cumpla con los criterios del proyecto que impulsa la Fundación Descubre, elaborados en 2018 y actualizados en 2021 por un consejo asesor multidisciplinar.

Las premisas principales del proyecto se basan en primer lugar en el “rigor científico” contando con un asesor con formación científica reglada en el ámbito de conocimiento de la actividad, que velará por el rigor científico de las actividades. Al mismo tiempo se contará con un “equipo cualificado” de personas para llevar a cabo las actividades, asimismo que todas las propuestas estarán enmarcadas y justificadas en el ámbito del turismo científico, los proponentes han de comprometerse a ofertar en el catálogo al menos una actividad de este tipo anual.

Por otro lado, se aportará una carta de compromiso en la que se garantiza que ninguna de las iniciativas de la empresa u organización estará vinculada con la pseudociencia. También “se respetará la legislación en materia turística” de la comunidad autónoma donde desarrolla su actividad en diferentes ámbitos como el patrimonio artístico, espacios naturales, espacios abiertos o espacios cerrados.

Otro de los compromisos es el de disponer de una estrategia que facilite la participación de personas con discapacidad física, intelectual y cognitiva, así como un plan de igualdad de género. A su vez, se valorará contar con una estrategia de sostenibilidad al igual que la entidad tendrá que demostrar “solidez legal y comercial” en el desarrollo de la actividad planteada.

A ello se suman por un lado el indicador del valor de las infraestructuras de ciencia como recurso de turismo científico, de modo que espacios como los museos de instituciones científicas, las visitas a centros de investigación o la arqueología industrial puedan formar parte del registro.

EL PROYECTO TURISMO CIENTÍFICO

Turismo Científico, desarrollado por la Fundación Descubre y cofinanciado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, persigue ofrecer a la comunidad científica y divulgadora un nuevo espacio para acercar la ciencia a la sociedad.

Con este fin se apoya en la “gran fortaleza” turística del país para aumentar la agenda de actividades de divulgación tratando de adaptar “exitosas propuestas” de divulgación para ofrecerlas como experiencias singulares, como productos de turismo cultural y de experiencias. Al mismo tiempo que puede ser una forma de autofinanciar la divulgación de la ciencia que realizan las entidades y los divulgadores y por tanto “reforzar su sostenibilidad”.

Asimismo, busca “consolidar y visibilizar” una oferta de actividades de turismo científico “categorizada y validada” según un sistema de evaluación que garantice su “rigor y calidad”. España cuenta con una “excelente y creciente” cantera de divulgadores que organizan actividades cada vez más atractivas para el público; también cada vez más universidades y centros de investigación crean pequeños museos de ciencia, organizan talleres conferencias o rutas científicas.

La cantidad de personas que participa en los eventos aumenta año tras año –Semana de la Ciencia, La Noche Europea de los Investigadores, Ciencia al Fresquito–. A modo de referencia, la participación en actividades presenciales organizadas por la Fundación Descubre ha pasado de 93.000 personas en 2011 a 297.043 en 2022, con un crecimiento del 300% en una década.

En Andalucía, conscientes de “este valor y de la necesidad de aunar nuevos caminos” para acercar la ciencia a la sociedad y hacerlo de manera sostenible, la Fundación Descubre lanzó en 2017 el proyecto ‘Turismo con Ciencia’ en colaboración con la Junta de Andalucía.

‘Turismo con Ciencia’ ha permitido crear una red que cuenta ahora con 105 promotores de turismo científico, una web propia, un primer manual de Iniciación al Turismo Científico, una propuesta de diez rutas de turismo científico andaluz, y proponer los primeros criterios e indicadores que debieran cumplir los promotores que solicitaran incorporarse al registro.

Con ello, se ha pretendido sentar las bases para avanzar en alternativas de desarrollo profesional y económico, en línea con el nuevo modelo de destinos turísticos inteligentes, en los sectores cultural y de experiencias, aportando de este modo un nuevo escenario para la promoción de la cultura científica.

El astroturismo, el ocio ligado al medio ambiente o la experiencia transversal de acercarse a espacios como los paseos matemáticos o los geoparques son oportunidades que permiten crear ofertas de valor, complementarias –cuando no alternativas– al sol y playa. Esto ocurre, de una manera especial, en el entorno rural, lo que configura nuevas opciones de desarrollo económico y, con ello, de fijación de la población al territorio.


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