BUDAPEST, 16 (DPA/EP)
Alrededor de 35.000 personas han salido este sábado a las calles de Budapest (Hungría), a pesar de las elevadas temperaturas, con motivo de la marcha anual del Orgullo LGTBIQ+, según datos de la organización.
Entre las decenas de miles de húngaros que se han manifestado se encontraba también el embajador de Estados Unidos en Hungría, David Pressman.
La estadounidense es una de las 38 embajadas que firmaron este viernes una declaración conjunta en la que apelaban a las autoridades de Hungría para pedir respeto y protección a la comunidad de personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer (LGTBIQ+).
“El respeto por el Estado de derecho y los Derechos Humanos universales son los cimientos sobre los que se construyen los estados democráticos. El Derecho Internacional de los DDHH se basa en la premisa amplia de que todas las personas tienen los mismos derechos y libertades sin discriminación”, reza la mencionada declaración.
Los miembros de la Unión Europea –excepto Polonia– han suscrito también la carta, en la que se “rechazan y condenan todos los actos de violencia, discurso de odio, estigmatización y discriminación cometidos contra personas y comunidades por su orientación sexual, su identidad o expresión de género o sus características sexuales” y se apoya “la lucha contra tales actos”.
En ese sentido, las embajadas que firman el escrito han hecho constar su preocupación por una legislación y una “retórica política” que están “en conflicto con los principios de no discriminación, con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y la dignidad humana” y que “contribuye a la estigmatización de la comunidad LGTBIQ+”.
“Hacemos hincapié en la necesidad de que los líderes y gobiernos, aquí y en otros lugares, muestren respeto y protejan los derechos de las personas y comunidades LGTBIQ+, y eliminen las leyes y políticas que los discriminan”, demandan.
La firma de esta declaración conjunta y la manifestación llegan poco después de que las autoridades de Budapest impusieran una multa de 12 millones de forines (unos 31.000 euros) a una librería que vendía la versión húngara de las novelas gráficas “Heartstopper”, escritas por la británica Alice Oseman.
El cómic versa sobre dos chicos adolescentes que se enamoran y la Ley de Protección de la Infancia vigente en Hungría desde 2021 prohíbe vender en secciones de literatura juvenil libros que aborden la homosexualidad, la transexualidad, la reasignación de género o “la sexualidad por sí misma”.
La misma norma contempla que estos ejemplares deberán ir en una película protectora o envoltorio cerrado, algo con lo que estas novelas no contaban.
La Comisión Europea llevó a Hungría ante el Tribunal de Justicia Europeo por esta ley a finales del pasado año, al considerar que limita el derecho de los jóvenes a la información.
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