Cree que “no hay mucho margen” para bajar los impuestos porque “la recomendación ahora es no incurrir en déficit”
SANTANDER, 14 (EUROPA PRESS)
El Barómetro de la Economía de Cantabria elaborado por el Colegio de Economistas prevé un crecimiento del PIB de la región de entre el 1,8% y 1,9% para este 2023, un poco por debajo de la media nacional, que sitúa en el 2,1%. Además, espera que cierre el año con una tasa de paro del 9,2% o 9,3%, más favorable que el conjunto del país (12,6%), teniendo en cuenta que es la tercera comunidad con mejor dato de desempleo.
Lo que refleja este Barómetro, encargado por el Diario Montañés al Colegio de Economistas de Cantabria y elaborado junto al Consejo General de Economistas de España y con la colaboración del Banco Santander, es que la comunidad presenta un crecimiento “menos vigoroso” que el conjunto del país, siendo la tercera por la cola, pero también tiene menos paro y está “en la media” en la mayoría de variables económicas.
En general se podría decir que la economía cántabra es “buena” si se tiene en cuenta el contexto actual marcado por la inflación, el desajuste provocado por el parón de la actividad durante la pandemia o los precios de la energía agravados por la guerra en Ucrania –aunque “regular” si no se considera ese contexto–, según ha dicho el secretario técnico del Registro de Economistas Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas, Luis del Amo, que ha presentado este viernes el estudio en el Gran Hotel Sardinero de Santander acompañado representantes empresariales.
Junto a él han intervenido el presidente del Colegio de Economistas de Cantabria, Fernando García Andrés; el director territorial de Banco Santander en Cantabria y Asturias, Manuel Iturbe; y el director general de El Diario Montañés, Ignacio Pérez. Además, se ha proyectado un vídeo del director general del Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas, Salvador Marín, que era quien estaba previsto que presentara el Barómetro pero no ha podido acudir.
Según este estudio, en general Cantabria está “bien colocada” en la mayoría de las variables económicas, más o menos “en la media”, ocupando el octavo lugar en competitividad regional. Uno de sus puntos favorables, además del dato de paro, es que “tiene poca necesidad de financiación” –lo que en parte va ligado al sistema de financiación autonómica– y que es la tercera que menos incrementa los precios, pero, por contra, una de sus flaquezas es la demografía, ya que se prevé que la población –“un poco más envejecida”– solo crezca un 1% hasta 2037 cuando en España lo haría un 9%.
Además, en crecimiento económico estaría la “tercera por la cola”. Así, como ha explicado Del Amo, el PIB ha tenido una evolución “más suave” que en el conjunto del país durante la crisis del Covid-19, pero este 2023 ya se ha logrado recuperar el nivel prepandemia. Asimismo, el año pasado el índice de confianza empresarial creció cinco puntos.
Otra de las variables que tiene en cuenta el Barómetro es la deuda pública, en la que la comunidad se encuentra también en un nivel intermedio respecto a otras comunidades. Comparando su evolución, Cantabria alcanzó en junio de 2021 su máximo de deuda con el 26,6% y pasó al 22,2% a finales de 2022, mientras que en España la deuda era del 125,7% en diciembre de 2022 y ha bajado al 113,2%.
“NO HAY MUCHO MARGEN” PARA BAJAR IMPUESTOS
En este sentido, el economista ha advertido que en el país “tenemos un problema de deuda y de déficit evidente, y van a crecer los costes financieros porque los tipos van a subir”. Es por ello que, si bien cree que “es el momento de que los salarios vayan subiendo y no se frene la demanda”, no es partidario de bajar impuestos porque “la recomendación ahora es que no se puede incurrir en déficit”.
Al hilo, y preguntado por los asistentes en un coloquio tras su presentación, Del Amo se ha referido a alguna de las medidas que propone el nuevo Gobierno de Cantabria (PP), como la simplificación administrativa y la rebaja de impuestos.
Respecto a la primera, ha dicho que la simplificación de la burocracia “es buenísima”, pero no cree que la Administración autonómica “pueda hacer grandísimas cosas”, ya que las empresas también realizan trámites a nivel local y nacional.
Lo mismo que con los impuestos, considera que “no hay mucho margen” para modificar los cedidos a la comunidad. A su juicio únicamente se podría rebajar “un poco” la tarifa del IRPF, que es “relativamente alta” en Cantabria, mientras que el impuesto sobre el Patrimonio es “más bajo” que en otras comunidades, el de Sucesiones y Donaciones “está perfecto” porque tiene bonificaciones y el de Transmisiones Patrimoniales está en la línea de otros lugares de España.
“Tampoco se puede tocar tanto”, ha advertido, añadiendo que, además, lo que se puede modificar afectaría a personas físicas, pero no contribuiría a que las empresas sean más competitivas.
Por su parte, el presidente del Colegio de Economistas de Cantabria ha resumido que las perspectivas de Cantabria presentan “tanto oportunidades como desafíos”, que ve “crucial” abordar desde la interacción entre los profesionales del sector y los poderes públicos.
Además, ha destacado que, pese a las previsiones, la recesión que se esperaba ante las crisis finalmente “no ha llegado ni se le espera”, y las perspectivas “han cambiado radicalmente”, con datos que “no son positivos, pero tampoco dramáticos”. “La economía levantará el pie del acelerador, pero no pisará el freno”, ha expuesto.
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