MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Una investigación de la Universidad de York (Reino Unido) ha demostrado que un sueño de calidad puede ayudar a reforzar la resiliencia frente a la depresión y la ansiedad.
El estudio, publicado en la revista científica ‘Cortex’, destaca que el estrés crónico es un importante factor de riesgo de varios trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad patológica, pero el sueño de alta calidad y las estrategias de afrontamiento (como la capacidad de replantear una situación para ver el lado positivo) pueden ayudar a prevenir una mala salud mental cuando se afrontan experiencias negativas o estresantes.
En la investigación se estudiaron los datos de más de 600 participantes durante la pandemia de la COVID-19 en 2020, un periodo prolongado de estrés. Su objetivo era poner a prueba la teoría de que las estrategias de afrontamiento favorecían resultados positivos para la salud mental, que podrían reforzarse con un sueño de alta calidad.
“Dado que la pandemia de COVID-19 ha supuesto un prolongado periodo de estrés para personas de todo el mundo, nos ofreció un contexto único con el que abordar nuestras preguntas de investigación. Se trata del primer estudio que investiga cómo influyen las estrategias de afrontamiento positivas y la calidad del sueño en la depresión y la ansiedad cuando se experimenta un factor de estrés crónico en el mundo real. Descubrimos que una mejor calidad del sueño se asociaba con menos síntomas de depresión y ansiedad durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19”, ha explicado Emma Sullivan, estudiante de doctorado del Departamento de Psicología de la Universidad de York.
El equipo analizó los datos de la Encuesta Diaria sobre Sueño y Bienestar del Boston College, en la que los participantes informaban regularmente de su calidad de sueño y bienestar mental durante la pandemia.
También completaron una encuesta demográfica de referencia para obtener información como su edad, sexo y etnia. Además de recopilar información sobre el sueño y el bienestar mental de los participantes, las encuestas también recogieron abundante información adicional, como el consumo de alcohol de los participantes, su estado de cuarentena y sus niveles de actividad física.
“Sabemos desde hace tiempo que el sueño de alta calidad se asocia a mejores resultados de salud y bienestar, pero queríamos saber si esto cambiaría si el sueño y las estrategias de afrontamiento se sometieran a periodos intensos y prolongados de estrés, como ocurrió para tantas personas durante la pandemia. Descubrimos que el sueño desempeña un papel enormemente importante en la gestión del estrés crónico y puede mantener el bienestar durante un largo periodo de tiempo, reduciendo los síntomas de depresión y ansiedad”, ha remachado Scott Cairney, director del proyecto de doctorado del Departamento de Psicología de la Universidad de York.
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