MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El rapero Abdelmajed Abdel Bay, que está siendo juzgado en la Audiencia Nacional por pertenencia al Daesh, aseguró hoy que en 2013 viajó a Siria “por cuestiones humanitarias” y no para integrarse en esta red terrorista.
En su declaración ante el tribunal, el acusado, que es conocido artísticamente como L. Jinny, afirmó que tiene una mentalidad abierta y que no comulga con la cerrada ideología yihadista del Daesh, que dijo odiar.
La Fiscalía reclama una pena de prisión de 9 años para este rapero, quien fue detenido en una vivienda de Almería en abril de 2020 junto a Abderrezak Seddiki y Kossaila Chollouah, a los que se les pide 8 y 7 años, respectivamente.
El fiscal, en su escrito de acusación, indicaba que Abdel Bary lideraba este grupo, que obtenía ilegalmente datos bancarios que luego empleaban para el fraude mediante ‘carding’ o la conversión a criptomonedas. Según el Ministerio Público, estas estafas bancarias se realizaban para “financiar sus actividades terroristas”.
Los tres acusados mostraron durante el juicio oral su rechazo a la ideología yihadista. Uno de los implicados llegó, incluso, a comparar estas ideas con la ideología de ETA en España y señaló que los yihadistas son los “radicales” del islam.
“FUMÁBAMOS MARIHUANA”
En el juicio, los acusados hicieron un repaso de su vida hasta el momento del arresto en Almería en 2020. El rapero Abdel Bary, que no quiso responder a las preguntas de la Fiscalía, negó su conexión con el terrorismo y aseguró que se tuvo que quedar en la zona fronteriza entre Turquía y Siria porque no podía volver a Inglaterra, ya que este país, aseguró, le “quitó la nacionalidad”. Negó a su vez el tener ningún tipo relación con su padre, un reconocido terrorista islámico procesado por Estados Unidos.
Abdel Bary aseguró durante su testimonio que nunca mantuvo órdenes jerárquicas con los otros dos acusados. Comentó que coincidieron en Almería en abril de 2020 tras llegar en patera desde Argelia por motivos que nada tienen que ver con el terrorismo. Bary explicó que quería conseguir asilo político, Sedikki aseguró que quería ponerse en contacto con su mujer que vivía en Europa, y Chollouah comentó que quería ir a Alemania para trabajar.
“Fumábamos marihuana, poníamos música, hablábamos de criptomonedas y de cómo ganar dinero en internet”, explicó Abdel Bary en el juicio oral sobre cómo fue la estancia de los tres acusados en Almería. “En la casa yo rezaba, pero nunca preguntaba si los demás lo hacían” añadió.
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