A la escritora “le gustaría vivir en una España en la que algo tan básico como dar sepultura a un ser querido no sea un problema político”
SANTANDER, 11 (EUROPA PRESS)
La escritora Edurne Portela ha opinado que “siempre se han pagado peajes por posicionarse, pero hay que hacerlo y asumir las consecuencias”.
Así se ha pronunciado en una entrevista concedida a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo de su participación en su ciclo de los ‘Martes Literarios’, donde esta tarde recala con su última novela, ‘Maddi y las fronteras’, una novela en la que, según ha dicho, todavía está “atrapada”.
Según ha dicho, esta obra es “diferente” a todo lo que ha escrito con anterioridad y está basada en una mujer que realmente existió, María Josefa Sansberro, y que fue “muy peculiar por las cosas que hizo en su vida.
“Fue una mujer valiente que se posicionó en una época muy dura como fue la de la ocupación alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, dejó muy poquitas huellas en el archivo histórico pero se saben algunas cosas de ella y yo construyo la novela sobre ese archivo”, ha explicado la escritora antes de la conferencia de esta tarde, a las 19.00 horas en el Paraninfo de la Madalena.
Su primera incursión en una novela basada en hechos reales le lleva a hablar de dos cuestiones, su papel como historiadora y su implicación con la realidad que le rodea.
Sobre la primera cuestión asegura que “nunca” se ha sentido historiadora de verdad porque no ha ejercido y ha reconocido que cuando se habla de ella en esa faceta se siente “un poco impostora”.
Pese a ello, ha indicado que en la novela sí hay una “mirada histórica bastante exigente y respeto hacia la verdad histórica”. “Soy tajante en eso y me viene de la disciplina de haber estudiado Historia”, ha señalado.
El carácter de la protagonista de su novela, Maddi, le lleva a analizar el peaje que se paga por posicionarse y ahí no destaca épocas, pero sí consecuencias,
Según ha dicho, asumir las consecuencias “siempre se paga, lo que pasa es que el peaje varía según la época de la historia”. “Hubo épocas en las que la gente pagaba con su vida, ahora pagamos con el señalamiento público, con el acoso que se da en las redes sociales, con el intento de desprestigio cuando dices algo que no sienta bien a un sector, sobre todo político”, ha señalado.
Sin embargo, a pesar del peaje, la escritora tiene claro que “hay que posicionarse, sobre todo, cuando se es consciente de una injusticia y luego asumir las consecuencias”.
La valentía y la intensidad de su último personaje le lleva también a afirmar que “este libro me ha dejado todavía en él” cuando se le pregunta por un próximo proyecto, aunque se atisba algo que puede extraerse del epílogo de ‘Maddi y las fronteras’.
“Ahí dejo una serie de reflexiones, me he quedado con cuestiones flotando y ahora estoy en un proceso, a través de la escritura porque es como yo pienso, que no sé si será algo que se podrá publicar o un proceso íntimo para cerrar este capítulo”, ha señalado.
LA VIOLENCIA EN LA OBRA DE EDURNE PORTELA
Una de las características de la obra de la literatura de Edurne Portela es el estudio de la violencia, temática que aparece en muchas de sus novelas y que “le preocupa”, llegando a ser una “obsesión” para ella este asunto.
“Creo que la violencia es parte de nuestras sociedades y del ser humano. Los humanos a veces dirimen sus diferencias a través de la violencia y eso no significa que siempre sea una violencia visible, física o extrema, pero sí es verdad que la violencia está en nosotros y es muy difícil que no la sufran los más vulnerables”, ha indicado.
Además, ha señalado que intenta entender “las heridas que deja esa violencia”. “Para mí es fundamental, no es que piense que la violencia es inevitable y ya está, hay formas de evitarla o hacerla menor pero cuando se produce siempre deja una herida y cómo tratamos esa herida individualmente y como sociedad también nos define”, ha indicado.
Ahí enlaza con el pasado histórico de España y ha señalado como heridas las causadas por la Guerra Civil y la Dictadura pero también las que causa “el olvido por decreto” hacia las “víctimas que pedían y siguen pidiendo un proceso de justicia y reparación.
“Todas las sociedades tienen sus heridas a nivel micro y marco y nos define qué somos en el presente cómo tratamos las heridas del pasado”, ha opinado Portela, una afirmación que tras la que ha indicado que “le gustaría vivir en una España en la que algo tan básico como dar sepultura a un ser querido no sea un problema político”.
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