MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
En el abordaje de las neoplasias mieloproliferativas crónicas, “el principal reto continúa siendo modificar su historia natural, en concreto, la tendencia de estas enfermedades a progresar a una mielofibrosis o a una leucemia aguda”, según ha asegurado el presidente del Grupo Español de Enfermedades Mieloproliferativas Crónicas Filadelfia Negativas (GEMFIN) y hematólogo del Hospital Clínico Universitario de Valencia, el doctor Juan Carlos Hernández Boluda, durante la Reunión Anual de GEMFIN.
“En este sentido, existe un gran interés en demostrar si los fármacos que son capaces de producir respuestas moleculares (interferón, imetelstat, combinaciones de ruxolitinib con pelabresib o navitoclax), también lo son de reducir el riesgo de progresión de enfermedad”, ha añadido.
El Grupo Español de Enfermedades Mieloproliferativas Crónicas Filadelfia Negativas (GEMFIN), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha celebrado la séptima edición de su Reunión Anual donde se ha hecho un repaso del tratamiento actual de la policitemia vera y de la mielofibrosis, prestando una especial atención a los nuevos fármacos en fase de ensayos clínicos avanzados o de reciente introducción en la práctica clínica.
Aunque existen varios tipos de estas neoplasias, las tres más comunes son la policitemia vera, la trombocitemia esencial y la mielofibrosis primaria.
Una novedad destacada que se ha analizado en la reunión es la disponibilidad en España de dos nuevos fármacos para el tratamiento de la mielofibrosis -uno de los tipos de neoplasias mieloproliferativas más común, junto con la trombocitemia esencial y la policitemia vera-, como son el fedratinib y el momelotinib, este último como uso compasivo.
“También se han presentado datos recientes que apoyan la eficacia antitrombótica del ruxolitinib en pacientes con policitemia vera refractarios o intolerantes al tratamiento con hidroxiurea”, ha explicado el doctor Boluda.
Entre las nuevas tecnologías del diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades hematológicas también destacan “la técnica del mapeo óptico del genoma para caracterizar las alteraciones citogenéticas de la mielofibrosis” ya que esta “tiene un enorme potencial y contribuye a mejorar la asignación pronóstica”, según ha señalado el doctor.
Por otra parte, las técnicas de análisis por inteligencia artificial “son útiles para mejorar la medicina de precisión en las neoplasias mieloproliferativas”, ha añadido.
Asimismo, se han aportado novedades relacionadas con el desarrollo de técnicas de inmunoterapia (vacunas, terapia CAR-T o anticuerpos biespecíficos) para el tratamiento de pacientes con neoplasias mieloproliferativas con mutación del gen de la calreticulina (gen CALR).
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