SANTA CRUZ DE TENERIFE, 4 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, ha defendido el valor del diálogo, el debate, la moderación y la búsqueda de acuerdos durante la sesión solemne de apertura de la XI Legislatura y ha incidido en que la Cámara debe seguir siendo “un ejemplo de debate político sosegado, respetuoso, libre y plural”, en consonancia con la dignidad institucional que representa el Parlamento y los diputados y diputadas que lo conforman.
En su discurso institucional, Astrid Pérez destacó que el Parlamento “ha sido, es y debe ser el espejo en el que Canarias se mire, un espacio de entendimiento, de progreso, convivencia y concordia; un lugar en el que el único empeño y el mayor interés sea conseguir lo mejor para la comunidad autónoma y para quienes desarrollan sus proyectos de vida en las ocho islas del archipiélago sin distinción ni privilegios”.
Pérez manifestó que el Parlamento debe ser el reflejo de la sociedad canaria y abrirse aún más a ella para que el pueblo conozca y pueda valorar mejor el trabajo de las personas que aquí les representan. En esta línea, apuntó que es obligación de los parlamentarios “atender las necesidades de quienes viven en Canarias y dar una respuesta a sus preocupaciones con el objetivo de contribuir al progreso de esta comunidad y a su bienestar, teniendo especialmente presente a quienes más necesitan nuestra solidaridad y la implicación de la Cámara”.
La presidenta remarcó que en esta nueva Legislatura gran parte del trabajo común “debe ir encaminado a acercarnos, a abrirnos aún más a la sociedad de la islas para que logremos que sientan como propia esta institución y los valores elevados que representa. Trabajar para que el Parlamento de Canarias deje ser ese gran desconocido para tantas personas que habitan en nuestra tierra”. Y para lograrlo, abogó por desarrollar y establecer nuevos cauces de comunicación y de participación de los ciudadanos en la actividad legislativa de la Institución.
“PARA SERVIR Y NO PARA SERVIRNOS”.
Astrid Pérez hizo hincapié en que a los miembros de la Cámara les une “la voluntad de servicio público y la búsqueda del bien común para Canarias, unos principios mucho más importantes que todo aquello que nos separa”. Y se mostró convencida de que por encima de las legítimas diferencias políticas “seremos garantes del respeto, incluso en las discrepancias, y del estricto cumplimiento de la legalidad”. “Estamos aquí para servir y no para servirnos, sin abandonar jamás el camino recto que delimitan nuestras leyes”, subrayó.
También recalcó que los valores democráticos han de ser una “guía constante” de la actuación de la Cámara. “Dediquemos todo nuestro empeño para que este parlamento sea el auténtico centro de la vida política de las islas, facilitando en todo momento el consenso a través del diálogo, el debate y la confrontación de ideas. Aproximemos posiciones, impulsemos la búsqueda de acuerdos, favorezcamos la moderación y el respeto mutuo para fortalecer juntos los pilares de nuestra convivencia y nuestra democracia. Sepamos estar a la altura de las personas a las que representamos”.
De igual modo, apuntó que sus señorías deben tener presente que el futuro de Canarias “se construye de forma conjunta y resulta necesaria la aportación de todos y todas para poder avanzar”. Y añadió que el Parlamento “debe ser el foro donde, desde el respeto a personas e instituciones, se discuta de manera constructiva, donde la palabra sea protagonista y donde el encuentro entre diferentes posturas sea posible en beneficio de Canarias (…) sin olvidar que trabajar codo a codo por el presente y futuro de Canarias es más que un privilegio y es una obligación”.
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