MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Corea del Sur ha considerado este viernes que el plan de Japón para liberar el agua tratada de la central nuclear de Fukushima al mar cumple con los estándares internacionales siempre y cuando se lleve a cabo según lo planeado.
Las autoridades surcoreanas han anunciado su propio análisis científico del plan de descarga, que se basan en los resultados de una inspección in situ de la central nuclear en una visita que tuvo lugar a finales de mayo, informa la agencia de noticias Yonhap.
“La revisión se ha llevado a cabo bajo la premisa de que el plan de descarga de Tokyo Electric Power se llevará a cabo según lo planeado”, ha aseverado el ministro de Coordinación de Políticas Gubernamentales, Bang Moon Kyu, en una sesión informativa.
Según el análisis, la tecnología del Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) –que trata el agua antes de su liberación porque elimina las sustancias radiactivas en su práctica totalidad, a excepción del tritio, un isótopo natural del hidrógeno– ha mejorado y se estabilizado progresivamente, por lo que los niveles de radionucleidos se encuentran dentro de los límites permitidos.
Con estos datos, Seúl considera que a medida que las corrientes oceánicas dispersen el agua contaminada, los materiales radiactivos se volverían casi indetectables en las costas surcoreanas. Incluso los niveles de tritio estarían dentro del límite.
La Administración de Yoon Suk Yeol ha aprovechado la ocasión para volver a enfatizar su respeto por el informe del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), que esta semana ha publicado un informe que da ‘luz verde’ al plan de Japón para verter el agua contaminada de Fukushima al mar, al señalar que el programa del Gobierno japonés “cumple con los estándares” a nivel internacional.
El director general del OIEA destacó que la liberación del agua tras ser sometida al sistema ALPS supone un “impacto radiológico bajo” para la población y el medio ambiente. El informe ha llegado tras casi dos años de trabajo por parte de los especialistas del OIEA, que han revisado los estándares de seguridad japoneses con la vista puesta en la protección y la seguridad.
Desde Tokio insisten en que la reconstrucción es fundamental para la central, un proceso que pasa por adquirir más espacio en los tanques donde se encuentra almacenada este agua, especialmente ante la preocupación de algunos expertos que temen que estos colapsen en caso de que se produzca un nuevo desastre natural doce años después de que se produjera la catástrofe nuclear de 2011.
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