Afirman que “para que llegue a su fin esta violencia implacable, debe terminar la ocupación ilegal por parte de Israel”
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Un grupo de expertos de Naciones Unidas han afirmado que la reciente operación lanzada por el Ejército de Israel en la ciudad cisjordana de Yenín, que se saldó con al menos doce palestinos muertos, más de un centenar de heridos y miles de desplazados, “podría constituir un crimen de guerra”.
“Las operaciones de las fuerzas de Israel en la Cisjordania ocupada, la muerte y las heridas graves entre la población ocupada, la destrucción de sus casas e infraestructuras y el desplazamiento arbitrario de miles de personas suponen graves violaciones del Derecho Internacional y los estándares sobre el uso de la fuerza y podrían constituir un crimen de guerra”, han indicado.
Así, han resaltado que “los ataques han sido los más intensos en Cisjordania desde la destrucción del campamento (de refugiados) de Yenín en 2022”, antes de apuntar a las informaciones sobre el bloqueo al movimiento de ambulancias para evacuar a los heridos, lo que afectó a la entrega de ayuda médica a los afectados.
“Es descorazonador ver a miles de refugiados palestinos, desplazados de forma originaria desde 1947-1949, verse forzados a salir del campamento por miedo en mitad de la noche”, han manifestado, al tiempo que han criticado los argumentos de Israel sobre operaciones “antiterroristas” y han incidido en que la ofensiva no tiene justificación bajo el Derecho Internacional.
En este sentido, han hecho hincapié en que “los ataques constituyen un castigo colectivo sobre la población palestina, que ha sido descrita como ‘una amenaza de seguridad colectiva’ a ojos de las autoridades israelíes”, a lo que se suma su “grave preocupación” por el uso de armamento y tácticas militares al menos en dos ocasiones durante las últimas dos semanas en Yenín.
“Los palestinos en los Territorios Palestinos Ocupados son personas protegidas bajo el Derecho Internacional, que cuentan con todos sus derechos, incluida la presunción de inocencia”, han dicho los expertos, que han aseverado que “no pueden ser tratados como una amenaza de seguridad colectiva por parte de la potencia ocupante, especialmente cuando avanza hacia la anexión de la tierra palestina ocupada y desplaza y quita sus posesiones a los resientes palestinos”.
Asimismo, han puntualizado que la operación en Yenín es parte de la “violencia estructural” contra la población palestina y han afirmado que “la impunidad de la que ha disfrutado Israel por sus actos de violencia a lo largo de las décadas sólo alimenta e intensifica el recurrente ciclo de violencia”.
Por ello, han pedido que las autoridades israelíes rindan cuentas por su “ocupación ilegal” y han argumentado que “para que llegue a su fin esta violencia implacable, debe terminar la ocupación ilegal por parte de Israel”. “No puede ser corregida o mejorada de forma marginal, ya que es errónea en su totalidad”, han zanjado.
Los expertos firmantes del comunicado son la relatora especial para la situación de los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese; la relatora especial sobre Derechos Humanos de los desplazados internos, Paula Gaviria Betancur; y el relator especial sobre violencia contra mujeres y niñas, Reem Alsalem.
El Ejército israelí ha indicado el objetivo principal era que el lugar “no sea un lugar seguro” para “terroristas” ante el repunte de la violencia en los últimos meses, mientras que el primer ministro palestino, Mohamad Shtayé, afirmó que “es el pueblo palestino el que tiene derecho a la autodefensa”, un derecho que “no tiene una potencia ocupante”.
El aumento de las tensiones durante los últimos meses se ha saldado con la muerte de más de 185 palestinos y 25 israelíes, mientras se teme que pueda haber un estallido generalizado de violencia. Las tensiones han repuntado especialmente desde el 19 de junio, cuando una redada del Ejército de Israel en Yenín se saldó con siete palestinos muertos –incluidos dos menores– y más de 90 heridos. Apenas un día después, cuatro israelíes murieron en un ataque cerca del asentamiento de Eli.
En este contexto, cientos de colonos llevaron a cabo ataques contra localidades cisjordanas, sucesos que se saldaron con la muerte de un palestino, mientras que el Ejército israelí mató a tres palestinos –miembros de Yihad Islámica y del brazo armado de Al Fatá– en un ataque con dron cerca de Yenín.
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