MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha asegurado que las fuerzas israelíes están recurriendo en sus operaciones militares en Cisjordania a tácticas propias de contextos de guerra y ha advertido de que la utilización de bombardeos en zonas ocupadas puede equipararse con homicidios intencionados, considerados un crimen de guerra dentro del tratado fundacional del Tribunal Penal Internacional (TPI).
Turk ha advertido de que “la violencia genera más violencia”, en un comunicado en el que ha condenado la última operación israelí y el atropello intencionado perpetrado este martes en Tel Aviv. Forman parte, a su juicio, de “un patrón demasiado habitual” en Oriente Próximo, por lo que ha apelado a la calma para evitar una escalada aún mayor de las tensiones.
Para el Alto Comisionado, la ofensiva israelí en Yenín, que ha derivado en la huída de más de 3.000 personas de un campo de refugiados, genera “graves dudas” en cuanto a si se están respetando estándares básicos del Derecho Internacional, “entre ellos la protección y el respeto del derecho a la vida”. Una decena de palestinos han perdido la vida en esta operación, que Israel justifica en aras de la lucha antiterrorista.
“Algunos de los métodos y armas utilizados durante las operaciones (…) se asocian habitualmente con hostilidades en un conflicto armado”, ha advertido Turk, que no considera justificado por ejemplo el uso de ataques aéreos cuando se trata teóricamente de una operación de seguridad. En este sentido, ha señalado que las obligaciones israelíes no cambian “sólo por que el objetivo sea combatir el terrorismo”.
“El Derecho Internacional establece obligaciones claras para Israel que, como potencia ocupante, debe garantizar que todas las operaciones se planean y controlan para minimizar en la medida de lo posible el uso de la fuerza y, en particular, de la fuerza letal”, ha señalado el Alto Comisionado, que ha llamado también a garantizar la atención médica de todos los palestinos que puedan resultar heridos, tras las críticas vertidas por algunas ONG que trabajan sobre el terreno.
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