PALMA, 26 (EUROPA PRESS)
El fiscal de instrucción del caso Cursach, Miguel Ángel Subirán, ha asegurado este lunes que se le han atribuido chats que no son suyos y ha cargado contra las acusaciones públicas, a quienes, según ha dicho, “no les ha interesado practicar una pericial sobre la fiabilidad de ese chat” y “tienen una idea preclara sobre lo que tienen que acusar”.
“No creo en esos chats, son editables. Me atribuyen chats que no son míos, en algunos de ellos incluso se escribe en mallorquín, cosa que yo no sé hacer”, ha insistido el exfiscal, quien ha afirmado haber visto “diferencias” en los chats, que son “completamente distintos, editables”.
El juicio contra los investigadores del caso Cursach –el juez Manuel Penalva, el fiscal Miguel Ángel Subirán y cuatro policías nacionales del Grupo de Blanqueo– ha continuado este lunes con la declaración de Subirán, respondiendo inicialmente al abogado Salvador Perera, en representación de Antonio Roig.
Durante su declaración, el exfiscal ha reiterado que a las acusaciones públicas “no les interesaba saber esto –en referencia a la fiabilidad de los chats– porque tienen una idea preclara sobre lo que tiene que acusar”, y ha sostenido que si él fuera la acusación pública habría solicitado como diligencia de investigación que se peritara dicha fiabilidad. “He detectado su manipulación y hay quien se vale de ella”, ha subrayado.
Seguidamente, preguntado por el testigo protegido cuya declaración llevó a la investigación del caso ORA, Subirán ha señalado que tenían contrastadas prácticamente la totalidad de sus manifestaciones.
En este sentido, ha explicado que dividieron su declaración en tres partes, “dos totalmente contrastadas”, como eran las del organigrama de la Policía Local y de la de los pisos francos con agentes “fuera de control dirigidos por José María Rodríguez”.
Por tanto, el exfiscal ha recalcado que lo que daba “fiabilidad” para iniciar la investigación era la declaración del testigo protegido y ha recordado que, en lo relativo a los pisos francos, ya había iniciadas investigaciones. Además, ha contado que analizaron un expediente administrativo en el que no se ven irregularidades, “sino ilicitudes”.
En esta línea, sobre el piso que presuntamente Roig usó para pagar a Álvaro Gijón, ha indicado que “la conclusión es a la que llega la Policía Judicial”, y es que “ese piso existe”.
“Si vas al Registro de la Propiedad figura un nombre de una sociedad –Binidelta–, y si vas al Registro Mercantil te encuentras con que el 98 por ciento del accionariado lo tiene Teofilio Gijón y el dos por ciento, el padre de los Gijón”, ha explicado el exfiscal ante el Tribunal.
Según ha continuado, estas participaciones posteriormente fueron transmitidas a Álvaro Gijón y, cuando se adquirió la vivienda, “da la casualidad de que en la adquisición de la sociedad expresamente hay una cláusula en la que se dice que no conste a ningún efecto el cambio de titularidad”, ha apuntado Subirán.
Respecto a las detenciones practicadas en el caso ORA, ha señalado al fiscal Juan Carrau, quien le sustituía por aquel entonces porque estaba en ese momento de vacaciones. “Pregúntele a él y a los policías que tengo detrás de mí –los acusados– si se ponían en contacto conmigo o con él”, ha instado al letrado.
Posteriormente, el abogado se ha referido a algunas conversaciones de chat en las que se apuntaba a detenciones “duras”. Sobre esto, Subirán ha asegurado que no responderá a “nada de ese chat”, aunque sí ha negado este tipo de detenciones. “No sé si se echaban la siesta o si jugaban al parchís, no soy celador de calabozos”.
Durante su declaración, que ha hecho con abundante cantidad de documentos sobre la mesa, Subirán también ha recordado que el fiscal Carrau fue quien se opuso al sobreseimiento de la causa y le ha tildado de “vago”. Así, ha reiterado que Carrau era el fiscal adscrito a la causa ORA y “la tuvo parada”, lo que le motivó a poner una queja interna. “Cómo puede ser tan vago para no despacharla”, ha dicho al Tribunal.
También el exfiscal ha sido cuestionado por la medida de prisión sin fianza impuesta a Roig, a lo que ha respondido que, dentro de su autonomía, era la medida que tenía que pedir, negando que lo hiciera por “fastidiarle la vida a nadie”.
Por último, preguntado por la fianza de 120.000 euros impuesta a Roig para salir de la cárcel, ha señalado que su puesta en libertad fue decisión del juez y que él no participó. “Un fiscal no dicta autos resolviendo estas cosas; parece que estoy fuera de sitio y de lugar”, ha criticado.
“El juez actuaba como juez; el fiscal, como fiscal, y los policías como policías. Y todos muy bien”, ha finalizado Subirán.
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