MURCIA, 2 (EUROPA PRESS)
El Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM) ha mostrado su “preocupación” por el grado de accidentalidad laboral que presenta la Comunidad, superior al nacional, por lo que ha demandado el refuerzo de la acción de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social o la adopción de medidas que frenen el proceso de concentración de los servicios de prevención ajenos.
Así aparece recogido en la ‘Memoria Región de Murcia 2022. Situación socieconómica y laboral’ publicada por el CESRM, que ha alertado especialmente sobre los 51 accidentes mortales registrados ese año en la Región de Murcia, seis de ellos in itinere, una de las cantidades más elevadas de las últimas anualidades.
Aun afectadas en los últimos años por cambios metodológicos y la disparidad entre el empleo efectivo y el estadístico a causa de las medidas de apoyo adoptadas durante la pandemia –que les resta representatividad–, el CESRM ha señalado que tanto las cifras absolutas de accidentes laborales con baja como las relativas, en términos de índice de incidencia denotan una “leve mejora” en 2022.
Esta leve mejora, en cambio, no se registra en los accidentes que no generan la baja del trabajador. Sin embargo, el Consejo considera “preocupante” que este último revele, en la comparación con España, un mayor grado de accidentalidad en la Región de Murcia.
Predominan los accidentes derivados de traumatismos, pero con el avance del empleo en el sector servicios se extienden otras patologías, según el CESRM, que ha señalado construir entornos laborales saludables en los que estos riesgos estén ausentes o se aminoren requiere acciones preventivas, articuladas en torno a actividades de evaluación de riesgos psicosociales.
En lo que concierne a los accidentes in itinere, a los que hay que añadir los de tráfico en jornada de trabajo que padecen los trabajadores del sector del transporte y otros que requieren el uso de un vehículo para su desempeño laboral, la preocupación del CESRM se agrava.
Y es que, dentro de los primeros, se constata su localización en unas zonas determinadas, muy vinculadas a las actividades agroalimentarias o de tránsito hacia ellas. “Estos accidentes suelen sufrirlos trabajadores inmigrantes en vehículos conducidos por una persona que compagina la conducción con el trabajo”, ha precisado el Consejo.
MEDIDAS EN LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
En el ámbito de la negociación colectiva, el CESRM cree que se debería explorar la externalización de este servicio de transporte, con apoyo financiero público, en su caso, en el marco del desarrollo de planes de movilidad sostenible por parte de las empresas.
No obstante, el Consejo aprecia que una visión más general de la salud laboral abarca diversos puntos. Algunos son de alcance nacional, como todo lo referente a las enfermedades profesionales, el refuerzo de la acción de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social o la adopción de medidas que frenen el proceso de concentración de los servicios de prevención ajenos.
En otros aspectos, las posibilidades de intervención son “más factibles” pues corresponden estrictamente al espacio de la Región de Murcia, según el CESRM. “Como procede en una tierra de altas temperaturas, las jornadas de trabajo deben realizarse en horas en las que estén ausentes los riesgos asociados al calor intenso”, ha precisado.
A este respecto, ha señalado que la medida de adaptación de la jornada en los puestos de trabajo en los que puedan existir riesgos por altas temperaturas no es excluyente de la adopción de otras según las características de cada puesto de trabajo, como las relativas a la ventilación e hidratación, establecer pausas y descansos o adaptar las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada.
Todo en ello en el ámbito de la negociación colectiva y en el marco definido por el RDL 4/2023, de medidas urgentes en materia agraria y prevención de riesgos laborales en episodios de elevadas temperaturas.
“Hay ejemplos de buenas prácticas de empresas regionales que son conscientes de estos riesgos, pero asimismo un amplio margen de avance”, según el CESRM.
A su juicio, la implantación de servicios de prevención propios se concibe como una solución idónea, pero el peso de las empresas de pequeña dimensión en el tejido productivo regional “aconseja que las empresas puedan disponer de mayores recursos destinados a la prevención de riesgos laborales, para lo que se debería contar con ayudas articuladas por la Administración regional”.
Finalmente, como han señalado anteriores memorias del CESRM, se insiste en la necesidad de reforzar el diálogo social, acrecentar los recursos humanos y financieros del Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia y poner en marcha un Plan Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Región de Murcia, con objetivos cuantificados, líneas de actuación con medidas específicas y dotadas presupuestariamente, indicadores de seguimiento y evaluación periódica de los resultados
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