PALMA, 1 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado día 14 de junio a una mujer, de origen rumano y 40 años, como gerente de dos empresas relacionadas con chapa y pintura para vehículos, y de compra venta de coches de segunda mano, y a su marido, un argentino de 56 años, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores.
Según ha informado la Policía en una nota de prensa, los hechos comenzaron a principios de junio, cuando el grupo de la UCRIF recibió información de que en una nave del Polígono de Son Castelló, había trabajadores que entraban en la nave a las 07.00 y permanecían en ella hasta las 19.00 horas, cerrando el hombre las puertas para que no salieran de esta y trabajaran en chapa y pintura para coches, de una forma clandestina, al carecer todos ellos de los papeles que les habilitaran para estar de manera regular en España, y de esta forma pagarles la jornada laboral a cerca de tres euros la hora, siendo tres hombres quienes estarían trabajando en el lugar.
Los presuntos autores también tenían instaladas en la parte del interior y exterior de la nave, cámaras de seguridad para poder tener controlado al personal y ver si venía alguna inspección de trabajo o la Policía y, en caso de que esto último sucediera, poder avisar a los empleados para que salieran del lugar por la parte de atrás.
Además, la mujer del hombre que se encargaba de la nave del polígono se encargaba de una empresa de compra venta de coches de segunda mano, ubicada en Palma.
ENTRE LOS DOS TENÍAN LA ORGANIZACIÓN “PERFECTA”, SEGÚN LA POLICÍA
Así, una vez se tuvo conocimiento de todo lo investigado hasta el momento, el pasado 14 de junio, los agentes realizaron una entrada y registro tanto en la nave del polígono como en la empresa de compra venta de coches, interceptando en la nave a tres trabajadores que se encontraban en situación ilegal en España, además de a hasta cinco trabajadores que no estaban dados de alta en la Seguridad Social.
La pareja se aprovechaba de personas que procedían de terceros países en situación de necesidad, para pagarles muy poco, haciéndoles además trabajar en condiciones de penuria. Una vez que, por diversas razones, los trabajadores tenían acceso a poder ser contratados de manera legal, éstos no les contrataban y les decían que se “buscaran la vida en otro lado”.
También les prometían que, si estaban un par de años trabajando con ellos, después les facilitarían el acceso para poder tener los papeles tras un contrato de empleo, siendo esas promesas mentiras.
La Policía ha señalado que el hombre detenido tiene cerca de ocho antecedentes, algunos de ellos por hechos similares. Tanto él como la mujer fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores.
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