OVIEDO, 29 (EUROPA PRESS)
El programa de detección de altas capacidades puesto en marcha este curso por la Consejería de Educación asturiana ha identificado a 280 alumnos con estas características en primero de Primaria. Esta cifra implica que el 4,2% de los alumnos matriculados en ese curso –que suman un total de 6.659– han sido identificados como niños de altas capacidades, por encima de los 32 contabilizados el curso anterior mediante los procedimientos habituales.
La consejera, Lydia Espina, ha presentado en rueda de prensa estos datos acompañada por el director general de Ordenación, Evaluación y Equidad Educativa, David Artime. El estudio, pionero en España, deja a Asturias a la cabeza en detección en primero de Primaria por Comunidades Autónomas, situándose la media nacional en el 0,2% de detección.
Los niños que ahora se han identificado como de altas capacidades –146 alumnos y 134 alumnas–, pasarán a registrarse como alumnado de necesidades específicas de apoyo educativo y podrán acceder a las medidas de enriquecimiento curricular, ampliación de contenidos y flexibilización. “Ahora los alumnos tendrán la atención específica para altas capacidades”, ha remarcado Espina.
A raíz de la puesta en marcha de la estrategia de detección, se ha identificado a un segundo bloque de 665 alumnos que quedará en seguimiento por sus tutores y orientadores. Antes de que finalicen la etapa de Primaria serán sometidos a un nuevo análisis.
El objetivo de la Consejería es que estos niños “no se pierdan” en el sistema, porque, si bien hay alumnos que tienen buenos resultados y avanzan en los estudios, hay otros que pueden desmotivarse porque no se está dando respuesta a sus capacidades, lo que implica “índices de fracaso elevados”. David Artime, por su parte, ha agregado que el objetivo era “potenciar al máximo” el desarrollo de un alumnado que hasta ahora estaba “infradetectado”.
La consejera ha dejado claro que para la detección de estos alumnos se han empleado “el mismo rigor” y “los mismos parámetros” que en el procedimiento ordinario. “No se han rebajado los criterios”, ha asegurado, sino que se ha mejorado la detección. A este respecto, Lydia Espina ha agregado que las estadísticas dicen que las personas con altas capacidades rondan el 10% de la población total. “Nos queda mucho camino por recorrer hasta detectarlo”, ha dicho.
Para ello se ha dado formación “clara y extensa” a los tutores de primero de Primaria y a los equipos directivos de los centros para seguir reforzando esta estrategia.
La consejera ha explicado que los niños con altas capacidades suelen presentar rasgos como un nivel de creatividad muy alto, una perseverancia en el trabajo “altísima”, suelen ser expertos en alguna materia, pueden presentar “desincronías” motrices, y a nivel social, pueden presentar rasgos tanto de líderes como tener dificultades de socialización.
Lydia Espina ha reconocido que está “muy orgullosa” de la herramienta que su departamento ha puesto en marcha, y ha destacado que ha supuesto un “éxito rotundo” al haber multiplicado por nueve la detección de alumnado de altas capacidades. Se ha dado, a su juicio, un salto cuantitativo “indiscutible” al pasar de 32 a 280 alumnos identificados.
También ha celebrado que se haya “equilibrado” la detección de niñas con altas capacidades con esta estrategia, ya que “la detección de las mujeres es más compleja”. En este sentido ha explicado que esta falta de detección se debe a la “propia ideosincrasia” de las niñas, que pueden pasar de forma “más desapercibida” y de manera “más discreta”.
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