MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Un nuevo informe del Departamento de Estado ha concluido que algunas de las decisiones tomadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “complicaron las dificultades” que enfrentaron los diplomáticos en Afganistán, como la velocidad a la que los militares se retiraron y entregaron la base aérea de Bagram al Gobierno afgano en julio de 2021, dejando el aeropuerto internacional de Hamid Karzai como única vía de evacuación.
El informe ha sido desclasificado este mismo viernes y en él se examina la retirada de Estados Unidos de Afganistán, según ha informado el periódico ‘The Washington Post’.
“Las decisiones tanto del presidente Trump como del presidente Biden de poner fin a la misión militar de Estados Unidos plantearon desafíos importantes para el Departamento, ya que buscaba mantener una sólida presencia diplomática y de asistencia en Kabul y brindar apoyo continuo al gobierno y al pueblo afganos”, explica el informe.
La Casa Blanca ya publicó fragmentos de este informe en abril, basándose en parte en la investigación del Departamento de Estado, que se completó en marzo de 2022, pero ese resumen inicial describió a la Administración Biden en mejores términos, afirmando que el presidente “llevó a cabo un proceso de toma de decisiones deliberado, intensivo, riguroso e inclusivo”, pero se vio limitado por su predecesor.
Biden no ha abordado específicamente los hallazgos del informe cuando ha sido preguntado este viernes: “No, no. Toda la evidencia se está reuniendo. ¿Recuerdas lo que dije sobre Afganistán? Dije que Al-Qaeda no estaría allí. Dije que no estaría allí. Dije que recibiríamos ayuda de los talibán. ¿Qué está pasando ahora? ¿Qué está pasando? Lea su prensa. Tenía razón”.
Si bien la Casa Blanca explicó anteriormente que Biden ordenó a las agencias gubernamentales que se prepararan para “todas las contingencias”, la investigación del Departamento de Estado ha encontrado “desorganización en el nivel más alto del Gobierno” y sostiene que “no estaba claro quién en el departamento tenía el liderazgo” en los esfuerzos de evacuación.
Incluso cuando los talibán acumularon poder y se acercaron a Kabul, el informe dice que los funcionarios estadounidenses no actuaron con la urgencia adecuada y, en cambio, “parecían confiar en las garantías recibidas” del entonces presidente de Afganistán de que las fuerzas del país “se concentrarían en la defensa de Kabul y creyeron que podrían mantener a raya a los talibán durante algún tiempo”.
Aunque las estimaciones sobre el tiempo que el ejército de Afganistán podría haber mantenido el control variaron, la investigación del Departamento de Estado afirma que los funcionarios estadounidenses no planificaron lo suficiente para “el peor de los casos” y “no tomaron medidas decisivas una vez que quedó claro que ese escenario era una realidad”.
“Ya hemos interiorizado muchas de estas dolorosas lecciones y las hemos aplicado en crisis posteriores, sobre todo en cómo gestionamos la invasión rusa en Ucrania y en algunos de los aspectos de nuestra respuesta a la crisis en Sudán hace un par de meses” ha declarado un alto funcionario de este organismo.
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