MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El déficit de todas las Administraciones Públicas –Estado, comunidades autónomas y fondos de la Seguridad Social– se situó en 4.282 millones de euros en los cuatro primeros meses del año, lo que representa el 0,3% del PIB y supone un descenso del 52% respecto al mismo periodo del año anterior.
Según los datos de ejecución presupuestaria publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, esta cifra no tiene en cuenta la ayuda financiera. Si se contabilizase, el importe se elevaría al 0,32% del PIB.
Estas cifras se deben a la evolución de las cuentas de la Administración Central, que ha pasado a un déficit de 23 millones de euros, el 0,02% del PIB. Esta cifra se debe a que el déficit del Estado, que avanzó hasta los 1.895 millones, superó al superávit de 1.872 millones de los Organismos de la Administración Central.
Por su parte, las comunidades autónomas registraron un déficit de 3.376 millones, lo que equivale al 0,24% del PIB, frente al superávit del 0,12% registrado en abril de 2022. Este resultado obedece a un aumento de los gastos del 8,2%, mientras que los ingresos crecen a un ritmo del 5,6%, según avanzó la cartera dirigida por María Jesús Montero.
En cuanto a los fondos de la Seguridad Social, hasta abril registraron un déficit de 883 millones, frente a los 1.529 millones del mismo periodo de 2022. En términos de PIB, el déficit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,06%, frente al 0,12% de hace un año.
DÉFICIT ESTADO EN NOVIEMBRE
Más allá de los datos de abril, la cartera dirigida por María Jesús Montero avanzó también el déficit del Estado hasta mayo, último dato disponible. Se situó en el 0,9% del PIB, lo que equivale a 12.638 millones. Esta cifra supone un descenso del 31,6% con respecto a los 18.484 millones del mismo periodo del ejercicio anterior, y se debe a un incremento de los ingresos no financieros del 9,7%, frente al comportamiento de los gastos, que crecen a un ritmo del 2,2%.
En concreto, los recursos no financieros se situaron en 91.861 millones, lo que implica un 9,7% más respecto al mismo periodo de 2022. Los impuestos alcanzaron los 75.150 millones, el 81,8% del total de los recursos, y crecieron un 5,7% respecto a mayo de 2022.
Los impuestos sobre la producción y las importaciones aumentaron un 1,7%, mientras que los ingresos por IVA se elevaron un 2,2%.
Los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio alcanzaron los 27.424 millones, cifra superior en un 13,7% a la de mayo 2022, debido a que los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades aumentan un 16.3%, hasta 10.700 millones, como consecuencia de que el primer pago fraccionado del año en curso, en términos de contabilidad nacional, ha sido superior en un 21,8% al efectuado en 2022. Por su parte, el IRPF se incrementó un 7,1%, y a su vez, el Impuesto sobre la Renta de No Residentes se elevó un 17,5%.
Asimismo, los impuestos sobre el capital alcanzaron los 90 millones de euros y los ingresos de las cotizaciones sociales descendieron en un 2,1%.
GASTO
Por el lado de los empleos no financieros del Estado, la cifra se situó en 104.499 millones, un 2,2% más que la registrada en los cuatro primeros meses de 2022. La partida de mayor volumen fueron las transferencias entre administraciones públicas, con un peso del 59,4% sobre el total del gasto, es decir, 62.078 millones.
Las comunidades autónomas han sido destinatarias de 37.781 millones, mientras que la Seguridad Social ha recibido 8.123 millones. Por su parte, las corporaciones locales ingresaron 10.813 millones.
En el cómputo del gasto también se encuentra la remuneración de asalariados, que supone 7.769 millones en empleos financieros. Esta cifra crece un 3,7% con respecto al mismo periodo del año pasado, sobre todo por la subida del 2,5% en las retribuciones del empleo público.
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