BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, han convocado este viernes en los márgenes de la cumbre europea a una decena de líderes, incluyendo Pedro Sánchez, para tratar la cuestión de la ampliación de la Unión Europea y los cambios internos que supondría para garantizar el funcionamiento del bloque que busca atraer a Ucrania, Moldavia y los países de los Balcanes.
En el encuentro han participado, además del presidente español, los líderes de Polonia, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Suecia, que han podido tratar de forma directa y antes de la cumbre europea el debate sobre la adhesión de nuevos miembros, incluyendo la serie de reformas internas que tendrá que abordar la UE para garantizar su funcionamiento interno si pasa a contar con más de 30 miembros.
La ampliación será uno de los asuntos que marcará la presidencia semestral de España cuando la Comisión Europea presente su examen de las reformas abordadas por Ucrania y el resto de candidatos a la adhesión. Se espera que este debate continúe en la cumbre informal convocada en Granada, todo con la reunión ordinaria de diciembre como meta para la que Kiev espera que los líderes de los Veintisiete acuerden la apertura de las negociaciones de entrada.
Fuentes diplomáticas reconocían los últimos días que el debate de la ampliación tiene dos vertientes, la del proceso de reformas que tienen que encarar los candidatos y la de la capacidad de absorción de nuevos miembro para avanzar hacia una UE con más de 30 integrantes.
La entrada de países con menor renta y que son importantes productores agrícolas supone un desafío a nivel de reparto presupuestario europeo y los Estados miembros son conscientes del impacto que tendrá en las políticas de cohesión y agrarias. “Todo el mundo quiere ampliar pero tenemos que usar los próximos años para ver qué cambios son necesarios en el seno de la UE antes de aceptar nuevos miembros”, explicaban las fuentes, insistiendo en que el debate es difícil pero no se puede esconder “debajo de la alfombra”.
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