El jefe de la investigación a Escolà cree que protegió al expresidente en Bélgica por afinidad
BARCELONA, 28 (EUROPA PRESS)
El jefe de la investigación al escolta del expresidente del Govern Carles Puigdemont por presuntamente seguir protegiéndole en Bélgica tras el 155 ha declarado que no encontraron irregularidades formales en el nombramiento del policía, Lluís Escolà, como asesor del exconseller Miquel Buch, una designa que según la Fiscalía se hizo para que el mosso pudiera seguir protegiendo al expresidente.
Lo ha testificado este miércoles en el juicio a Buch y Escolà en la Audiencia de Barcelona el entonces director de la División de Investigación Criminal (DIC) de Mossos, Toni Rodríguez, que fue destituido del cargo con la llegada del comisario jefe Josep Maria Estela, en diciembre de 2021, y ahora es jefe de la comisaría de Rubí (Barcelona).
A preguntas de la abogada del policía, Isabel Elbal, Rodríguez ha dicho que, con lo que ha investigado, no puede afirmar que Escolà no cumpliera con las funciones de asesor en materia de seguridad que le había encargado el conseller.
Para poner en duda si Escolà realmente ejerció como asesor de Buch, la Fiscalía señala entre otros aspectos que el mosso no fichó nunca en la sede de la Conselleria de Interior, ante lo que el departamento explicó a los investigadores que ningún asesor fichaba, ha contado Rodríguez, y ha admitido que no tiene “elementos para descartar” que Escolà cumpliera con su trabajo de asesor mientras estaba viajando.
Respecto al nombramiento de Escolà en este cargo de confianza, Rodríguez ha contado que no encontraron ninguna irregularidad formal y ha recordado que, para nombrar asesores, “la ley deja un ámbito de discrecionalidad casi total, no tienen que justificar la contratación ni el cese”.
FUNCIÓN PÚBLICA
En el mismo sentido, la entonces directora general de Función Pública de la Generalitat, Pilar Sorribas, ahora directora de servicios, ha explicado que la propuesta de puesto de trabajo para Escolà en Interior era correcta, por lo que no hicieron “ninguna objeción”.
A preguntas de la abogada de Buch, Judit Gené, ha explicado que un asesor no puede ocuparse de tareas que correspondan a un funcionario, como hacer informes técnicos, y que si esto hubiera estado entre las funciones asignadas a Escolà habrían declinado su nombramiento.
Gené ha hecho esta pregunta después de que Rodríguez haya cuestionado la calidad de los informes que Escolà presentó a Buch, que eran genéricos y resumidos, no especializados como un informe técnico.
Sorribas ha añadido que el nombramiento de Escolà no supuso aumentar la plantilla o el presupuesto asignado a Interior, porque se compensó con dos plazas que estaban vacantes: una en la Unidad de Investigación y otra en la Unidad de Seguridad Ciudadana de Ciutat Vella.
RELACIÓN “MUY CERCANA”
Rodríguez cree que, tras el 155 que cesó a Puigdemont, Escolà siguió escoltando al expresidente –al que ya había protegido durante su mandato– por afinidad, y ha destacado que los dos tenían “una gran relación, muy cercana, de mucha confianza”.
“Es de suponer y es objetivo que Escolà, como tiene gran afinidad ideológica con las posturas independentistas y así lo había manifestado públicamente en Twitter, establezca esta relación de confianza con Puigdemont”, ha añadido sobre la relación entre el policía y el expresidente.
La abogada de Buch ha señalado que los Mossos han constatado la presencia de Escolà en 14 de 34 viajes de Puigdemont, y ha cuestionado a Rodríguez si considera que acompañarlo a un 40% de sus viajes implicó hacerle de escolta: “Absolutamente”, ha contestado el mosso, que ha remarcado que Escolà no era el único policía que protegía al expresidente.
El intendente ha descrito a Escolà como “una persona muy valorada en el servicio de protección de personas”, que había dedicado casi toda su carrera a ser escolta, y ha recordado que la Divisón de Asuntos Internos (DAI) lo expedientó al saber, al día siguiente, que sin avisar a sus superiores ayudó a Puigdemont a marcharse a Bélgica tras aplicarse el 155.
Este miércoles también han declarado el secretario de la investigación a Escolà, un compañero suyo de la unidad de escoltas –que han testificado en el mismo sentido que Rodríguez– y un jefe de la unidad, que ha aclarado que los escoltas, cuando viajan en avión llevando pistola, chaleco antibalas o defensa deben pasar un control de seguridad distinto al del resto de pasajeros.
SEIS AÑOS DE CÁRCEL
En este juicio, la Fiscalía pide condenar a Buch a seis años de prisión y 27 de inhabilitación por los presuntos delitos de malversación y prevaricación, y para Escolà, que había sido jefe operativo de la unidad de escoltas de presidencia durante el mandato de Puigdemont, pide cuatro años y medio de cárcel y 23 de inhabilitación como cooperador necesario.
El juicio seguirá el jueves con más testigos, entre ellos el entonces director general de Mossos, Andreu Joan Martínez, y quien era secretario general de Interior, Brauli Duart.
Para el viernes está prevista la declaración por videoconferencia de Puigdemont; después, el juicio se retomará el jueves 13 de julio con los interrogatorios a los acusados y la previsión es que quede visto para sentencia el viernes 14 tras los informes finales.
- Te recomendamos -
