El equino tuvo que ser capturado por el Seprona en el Camino Palomares de la capital vallisoletana
VALLADOLID, 23 (EUROPA PRESS)
El Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid ha procedido a investigar a un varón por tener bajo su responsabilidad a un caballo y tres perros en condiciones que podían “hacer peligrar su vida o integridad”.
La situación que dio lugar a la investigación se produjo el pasado 11 de junio, cuando la Policía Municipal de Valladolid recibió el aviso de la existencia de un caballo suelto en la zona del Camino Palomares de la capital, por lo que se requirió la presencia de varias patrullas para conseguir capturarlo.
A la vista del “deplorable estado” en el que se encontraba el animal, optaron por dar aviso al Seprona de la Guardia Civil con el objeto de realizar las correspondientes gestiones para asegurar al animal, ponerlo fuera de peligro, así como realizar averiguaciones necesarias para la localización del titular del mismo.
Personado el Equipo de Protección de la Naturaleza, se realizó la inspección del lugar en el que además del caballo hallaron tres perros, todos los animales se encontraban albergados en habitaciones o dependencias que carecían de cualquier medida higiénica exigida por la normativa aplicable, y con condiciones higiénico-sanitaritas “deplorables”, ya que vivían entre excrementos, residuos, incluso de carácter peligroso, y basura, además de que no tenían acceso a agua y comida.
El caballo mostraba síntomas “evidentes de caquexia –alteración profunda del organismo que aparece en la fase final de algunas enfermedades y que se caracteriza por desnutrición, deterioro orgánico y gran debilitamiento físico–, por lo que se iniciaron las gestiones correspondientes para tomar las medidas cautelares oportunas y asegurar la integridad de los cuatro animales localizados.
Puestos en contacto con los Servicios veterinarios del Ayuntamiento de Valladolid, se realizó visita conjunta a las instalaciones en las que se encontraban los animales y de la misma se concluyó que debido a las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en las que se mantenía a los cuatro animales, la “pobre condición corporal del equino que hacía peligrar su vida”, y la carga parasitaria y ausencia de vacunación de los animales se consideraba necesaria la retirada de los mismos, su acondicionamiento físico y tratamiento de las deficiencias que presentan.
Los animales fueron conducidos al Centro Municipal de Protección Animal para su custodia judicial, donde han sido identificados, vacunados y tratados de diferentes patologías.
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