MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
El presidente del Comité Español Representante de personas con discapacidad (Cermi) y presidente de la Fundación Derecho y Discapacidad (FDyD), Luis Cayo Pérez Bueno, declaró que “la tarjeta europea de la discapacidad es la puerta de entrada para una Unión Europea más social”.
Así lo puso de manifiesto durante el seminario ‘La tarjeta europea de discapacidad, credencial para el ejercicio efectivo del derecho a la movilidad de las personas con discapacidad en la Unión Europea’, que se celebró este viernes de forma híbrida. Un seminario organizado por el Cermi y la FDyD en colaboración el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
El acto de apertura del seminario contó con la intervención de la directora ejecutiva del Cermi Estatal, Pilar Villarino, quien resaltó que “estamos ante una coyuntura europea favorable para la consecución de la tarjeta europea de la discapacidad dado que estamos a pocos días del comienzo del semestre de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea de la discapacidad”.
Por su parte, Pérez Bueno señaló que “hay una desvirtualización de la realidad con la aprobación de la tarjeta europea de la discapacidad, ya que la UE se preocupa más de las mercancías que de las personas y, por consecuencia, de las personas con discapacidad”, y añadió que “las personas con discapacidad no tienen la libertad completa de elegir a qué parte de la UE quieren visitar, vivir o trabajar, y los apoyos de acompañamiento hacia las personas con discapacidad no están garantizados en el país de visita o de destino, aunque debería de ser lo contrario”.
En este acto también participó el oficial de Comunicación del equipo de apoyo para la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, Adrián Lasa Mediavilla, y el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Jesús Martín Blanco, quien señaló que “la tarjeta europea debe ser gratuita y que responda a las necesidades de las personas con discapacidad. La movilidad es un derecho humano. Si una persona va a otro país, la situación legal de discapacidad no la tiene y eso es una discriminación en el marco europeo”. “Queremos una Europa con rostro humano, una Europa con rostro social”, señaló.
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