MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La ‘Alianza de Deportes y Derechos’, una coalición global de grupos de derechos humanos, sindicatos, futbolistas e hinchas, insta a la FIFA a garantizar que los derechos humanos son una consideración primordial a la hora de elegir qué países pueden ser anfitriones de la Copa del Mundo de 2030, organización a la que opta España en una candidatura junto a Portugal, Marruecos y Ucrania.
Esta petición se realiza avalada por los resultados de una encuesta encargada por ‘Amnistía Internacional’, según la cual, el 53 por ciento de los encuestados cree que los derechos humanos, incluidos los derechos laborales, la libertad de prensa y la no discriminación, deben ser una consideración fundamental a la hora de decidir quién es el anfitrión de grandes eventos deportivos internacionales.
Por delante de las preferencias, sólo está la seguridad de aficionados, deportistas y voluntarios (57 por ciento); mientras que otros aspectos como la calidad de la infraestructura (48), la transparencia y medidas para hacer frente a la corrupción (43) o la sostenibilidad medioambiental y cambio climático (37) están por detrás.
En la encuesta, llevada a cabo por ‘YouGov’, participaron casi 17.500 personas adultas en 15 países, entre ellos España, a las que se les pidió que eligieran de una lista de diez factores que consideraran que debían ser “clave” a la hora de seleccionar al país anfitrión de un evento deportivo internacional, como el Mundial de Fútbol o los Juegos Olímpicos, pudiendo seleccionar múltiples opciones.
“Está claro que la opinión pública quiere que los derechos humanos sean una alta prioridad, para que la Copa del Mundo de Fútbol sea una celebración del juego que les entusiasma y no proporcione nunca una plataforma para la explotación, la represión o la discriminación”, indicó Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
Este considera que la FIFA debe aplicar “rigurosamente las más altas normas de derechos humanos a la hora de evaluar todas las candidaturas para acoger su torneo más emblemático”. “Debe pedir planes claros de acción en materia de derechos humanos y debe rechazar toda candidatura que no demuestre de forma creíble la seriedad con la que los riesgos en materia de derechos humanos se prevendrían, se vigilarían de forma independiente y se repararían en caso de cometerse abusos”, remarcó.
‘AI’ recordó que el ente rector del fútbol mundial introdujo criterios de respeto a los derechos humanos por primera vez en el proceso de adjudicación del torneo para la edición de 2026 tras la polémica surgida con las citas de Rusia en 2018 y Catar en 2022. Para 2030, podría presentar un proyecto Arabia Saudí, un país que tampoco cumple con este perfil, y el movimiento advierte que desde 2017, el Mundial de Clubes se ha concedido a China, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Arabia Saudí, “sin un proceso transparente ni consulta con la sociedad civil”.
Andrea Florence, directora de la ‘Alianza de Deportes y Derechos’, admite que la FIFA “ha realizado importantes progresos en el reconocimiento de sus responsabilidades de derechos humanos desde 2017”, pero subraya que en las adjudicaciones de sus torneos “no ha aplicado sistemáticamente las evaluaciones y consideraciones de derechos humanos”.
“Para demostrar que se toma en serio su propia política y sus estatutos, es fundamental que la FIFA dé la máxima prioridad a los derechos humanos cuando elija al país anfitrión de la Copa Mundial masculina de 2030”, recuerda.
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