MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La remuneración de los directivos de las grandes empresas europeas debería estar vinculada a los objetivos y los planes de transición climática de las compañías.
Esa es una de las cuatro propuestas lanzadas este jueves por WWF para la futura directiva sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad empresarial, una propuesta legislativa lanzada por la Comisión Europea en febrero de 2022 para integrar los derechos humanos y el impacto medioambiental en la gobernanza de las empresas.
El Consejo Europeo adoptó su postura en noviembre y el Parlamento Europeo hizo lo propio el pasado 1 de junio, con lo que el texto final depende de las negociaciones entre los Veintisiete y la Eurocámara, lo que coincidirá con la Presidencia de España la UE a partir del próximo 1 de julio.
Esta directiva ofrece una oportunidad sin precedentes para “poner fin a las prácticas empresariales perjudiciales” y ayudar a las compañías a gestionar eficazmente los riesgos relacionados con la sostenibilidad, según WWF, que ofreció este jueves una jornada en Madrid sobre este asunto.
En esa jornada, WWF desveló sus propuestas en un informe para que la futura directiva, que se espera se adopte a finales de este año o principios de 2024, “sea eficaz y tenga un impacto positivo para las empresas y el planeta”.
La norma deberá incluir aspectos como el tamaño de las empresas a las que aplica la directiva, sus obligaciones y planes de transición climáticas y estrategias de sostenibilidad de las compañías.
Una de las prioridades para WWF es que el sueldo de los directivos se vincule a los objetivos y planes de transición climática de las empresas, como incentivo para gestionar eficazmente los riesgos y las oportunidades de sostenibilidad.
Aunque tanto la Comisión Europea como la Eurocámara piden a las empresas que alineen las primas de los directivos con la consecución de objetivos de sostenibilidad, el Consejo suprimió la cláusula de remuneración.
La posición del Parlamento Europeo, que exige a las grandes empresas con más de 1.000 empleados que vinculen la remuneración variable de los directivos a los planes de transición, garantizaría que “más empresas apliquen de forma sistemática las prácticas ya habituales en el mercado”, según WWF. La cláusula de remuneración cuenta con el apoyo de diversas partes interesadas, como inversores, empresas no financieras, ejecutivos y organizaciones sin ánimo de lucro.
OTRAS PETICIONES
Por otro lado, WWF reivindica la plena inclusión del sector financiero (incluidos los inversores y gestores de activos) para evitar la distorsión del mercado y garantizar que todos los actores estén en igualdad de condiciones para abordar las cuestiones de sostenibilidad.
Otra prioridad es que los daños ambientales que las empresas deben tener en cuenta en la diligencia debida deben definirse mediante una amplia gama de categorías de impacto ambiental, con convenios que especifiquen estas categorías.
Y la última reivindicación se refiere a que la directiva contemple incluir planes de transición climática rigurosos para que las empresas contribuyan de forma eficaz a la lucha contra el cambio climático y sean competitivas en los mercados que persiguen la descarbonización de la economía.
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