MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
Un hombre, soltero, de 39,9 años de edad y que tiene una adicción a la cocaína como sustancia principal. Ese es el perfil tipo de la persona atendida por la Asociación Proyecto Hombre, a la que la mayoría de sus usuarios demanda ayuda por problemas con el consumo de ‘coca’ (38,3%) o alcohol (37,4%) como primera sustancia.
Así lo desvela el Informe 2022 del Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil de las personas con problemas de adicción en tratamiento, presentado este jueves en rueda de prensa a partir de una encuesta a 3.596 usuarios que iniciaron tratamiento el pasado año en alguno de los 28 centros de esta asociación, que también refleja un “incremento constante” de la edad de las personas que acuden a la entidad solicitando ayuda y según el cual, además, un 18,5% de los atendidos son mayores de 50 años.
Durante su intervención, el director del Observatorio, Jesús Mullor, precisó que, desde 2013, la edad media ha aumentado de los 36 años hasta los casi 40 y la “sustancia principal” por la que este perfil solicita ayuda es el alcohol.
Según la entidad, esto se debe a la cronicidad de la adicción que sufren tras años de consumo “prevalente” y al envejecimiento general de la población.
En el caso del perfil de la persona con problemas de adicción mayor de 50 años, se trata de un hombre casado, que ha trabajado a tiempo completo en los últimos tres años, con adicción al alcohol como sustancia principal y que acumula más de dos décadas de consumo.
“Las personas con problemas de adicción al alcohol tardan más tiempo en pedir ayuda porque el consumo de esta sustancia está totalmente normalizado. Es una droga socialmente aceptada, por lo que la persona con problemas de adicción tarda más años en presentar severidad, solicitar asistencia y su adicción se cronifica”, puntualizó, para señalar que, en general, el 23,5% de las personas con adicciones mayores de 50 años están solas, la “mayoría” de las veces no cuentan con una red de apoyo y viven una soledad no deseada.
El pasado ejercicio, las mujeres representaron el 18,6% de los usuarios y el 70,4% de las atendidas mayores de 50 años acudieron por “problemas con el alcohol” que es, “desde hace años, la sustancia principal” por la que la entidad atiende a las mujeres.
INICIO DE CONSUMO PROBLEMÁTICO
Según la organización, el mayor número de usuarios en 2022 se situó entre los 34 y los 41 años (29,1%) y la edad media de inicio de consumo problemático de alcohol en cualquier dosis es a los 16 años y entre los 22 y 24 de consumo de alcohol en grandes cantidades.
En 2022, la mayoría de los casos de personas que ingresaron en programas de Proyecto Hombre registraron un consumo regular o problemático a lo largo de su vida de alcohol en cualquier dosis (88,1%) y de alcohol en grandes cantidades (68,2%).
ITINERARIO TERAPÉUTICO
“La atención a las demandas por cuestiones de alcohol se inician con un diagnóstico centrado en la persona que requiere tratamiento, teniendo en cuenta sus características personales, salud física y psíquica, entorno sociofamiliar, historia de vida y de consumo de alcohol, su situación laboral, judicial… todo lo que resulte pertinente conocer. Se aplican los cuestionarios diagnósticos y se decide un itinerario terapéutico”, explicó Mullor.
A este respecto, la directora general de la Asociación Proyecto Hombre, Elena Presencio, recordó que el alcohol “es una droga legal, cuyo uso social en nuestra cultura está ampliamente extendido”, razón por la cual, a su juicio, se han minimizado las consecuencias negativas de su consumo”, entre las que citó violencia, accidentes de tráfico y laborales, absentismo, abusos, muertes o demencias.
Proyecto Hombre aborda la adicción al alcohol desde la prevención y el tratamiento basado en el modelo biopsicosocial a través de equipos multidisciplinares. De manera transversal y durante todo el proceso terapéutico, trabaja sobre las necesidades particulares de cada caso, incluyendo mejora de la salud, búsqueda de empleo o de recursos económicos, actividades de ocio, recuperación del entorno socio familiar y “todo aquello que sea necesario para garantizar una buena base en la que apoyarse en su nuevo estilo de vida”.
“Trabajamos poniendo el foco en la persona, en su propia capacidad para recuperarse y mejorar haciendo incidencia en la abstinencia, la toma de decisiones, la gestión emocional, las habilidades sociales, los valores, los factores de riesgo y de protección, la responsabilidad a medio y largo plazo”, añadieron desde la entidad.
La asociación cuenta con programas específicos de atención a personas con problemas con adicción al alcohol y a sus familias, tanto a través de sus comunidades terapéuticas como a través de sus programas ambulatorios y, según puntualizó su directora general, en todos sus centros atiende a perfiles con adicción al alcohol a través de itinerarios personalizados y en nueve de ellos incluso cuenta con “programas específicos para problemas con esta sustancia”.
ADAPTAR LA RESPUESTA
Por último, el experto de la Comisión de Evaluación de la Asociación Proyecto Hombre, Fernando González, juzgó necesario “adaptar” la respuesta de la organización a “la propia naturaleza dinámica de esta sustancia y de los perfiles” y, en este sentido, abogó por “reformular” los procesos, así como la atención que ofrece. “Cómo trabajamos con ellos la reinserción laboral, adaptar sus propuestas de ocio y tiempo libre saludable o intensificar su tutela médica”, abundó.
Proyecto Hombre trata al año a más de 18.000 personas en rehabilitación y casi 100.000 en prevención en 28 centros y 210 dispositivos en España y en 2022 las dos sustancias que siguieron acaparando la mayoría de demandas de tratamiento entre las personas atendidas fueron la cocaína (38,3%) y el alcohol (37,4%) como primera sustancia, con más de 6.900 demandantes de ayuda en relación al alcohol.
A este respecto, González alertó de que, “en muchos casos”, esta adicción al alcohol “se combina también con el abuso de otra sustancia”, una “tendencia al alza” que la asociación observa, “sobre todo desde 2018”.
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