Netanyahu resalta que “todas las opciones están abiertas” entre llamamientos a una operación militar a gran escala en Cisjordania
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Ejército de Israel ha anunciado este miércoles la detención de tres sospechosos durante una operación llevada a cabo en la localidad cisjordana de Urif, donde residían los dos responsables del ataque perpetrado el martes cerca de un asentamiento, que se saldó con la muerte de cuatro israelíes.
Así, ha manifestado en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter que la operación fue llevada a cabo para “combatir el terrorismo, interrogar a sospechosos y registrar edificios”, esto último con el objetivo de demoler las viviendas de los responsables del atentado.
“Durante la noche, tres personas buscadas fueron arrestadas en la localidad y trasladadas para las investigaciones por parte de las fuerzas de seguridad”, ha dicho, antes de incidir en que el Ejército ha decidido enviar “batallones adicionales” a Cisjordania ante el aumento de la violencia.
El ataque perpetrado el martes en un restaurante y una gasolinera cerca del asentamiento de Eli fue achacado por Israel a dos miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) identificados como Muhanad Falé Shehadé y Jaled Mustafá Sabá, ambos muertos durante o después del atentado.
Las cuatro víctimas mortales del ataque han sido identificadas como Harel Masud, Ofer Fayerman, Shmuel Mordoff y Elisha Enteman , estos dos últimos de 17 años de edad.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallanat, ha ordenado a la Coordinadora de las Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT), que revoque los permisos de entrada al país a decenas de familiares de Shehadé y Sabá, según ha informado el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Por otra parte, el Ejército israelí ha denunciado un ataque por parte de personas armadas contra un puesto de control cerca del asentamiento de Ofra, en Cisjordania, si bien se ha saldado sin víctimas. Las fuerzas israelíes han lanzado una operación para intentar localizar a los responsables del tiroteo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el martes tras el ataque que “todas las opciones están abiertas” para responder al incidente, en medio de los llamamientos en el seno de la coalición gubernamental para una operación a gran escala en Cisjordania.
“Hemos demostrado durante los últimos meses que haremos rendir cuentas a todos los asesinos, sin excepciones”, manifestó. “Para cualquiera que nos dañe habrá cárcel o tumba. También será el caso en esta situación”, afirmó, antes de abundar en que Israel “seguirá combatiendo el terrorismo con todo su poder hasta derrotarlo”.
El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, había sostenido horas antes que “es momento de lanzar una operación militar en Judea y Samaria”, nombre bíblico para hacer referencia a Cisjordania. “Hay que volver a los asesinatos selectivos desde el aire, derribar edificios, erigir barricadas, expulsar a terroristas y ratificar la ley sobre pena de muerte para los terroristas”, argumentó.
En esta línea, el ministro de Energía, Yisrael Katz, dijo que “los viles terroristas, los que los envían y los que los apoyarán, harán frente a un puño de hierro”, una postura defendida por el parlamentario del ultraortodoxo Shas Mosyhe Abutbul, quien defendió “golpear duro, con puño de hierro, los bastiones terroristas” en Cisjordania.
Por su parte, el exministro de Defensa y ahora líder del opositor partido Unidad Nacional, Benjamin Gantz, dijo que la oposición apoyará una respuesta “responsable” por parte del Gobierno. “Respaldaremos cualquier decisión correcta ante el terrorismo asesino”, apostilló.
El ataque tuvo lugar un día después de una redada del Ejército de Israel en la ciudad cisjordana de Yenín que se saldó con la muerte de siete palestinos –incluidos dos adolescentes de 15 años– y más de 90 heridos, además de ocho heridos entre las fuerzas de seguridad.
El Ejército de Israel afirmó que la operación tenía como objetivo detener a los citados sospechosos. La redada derivó en enfrentamientos armados, en el marco de los cuales estalló un artefacto explosivo al paso de un vehículo militar israelí, lo que llevó a Israel a lanzar una “operación logística” para evacuar a soldados y vehículos atrapados en la zona.
En el marco de los incidentes, un helicóptero militar Apache abrió fuego contra “personas armadas”, en la primera vez que se registra un ataque de este tipo desde la Segunda Intifada, mientras que el portavoz internacional del Ejército israelí, Richard Hecht, aseveró que el suceso “afectará a cómo se opera en la zona”.
Por su parte, el portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil abu Rudeina, acusó a Israel de cometer “una masacre” y argumentó que la operación es “un intento de hacer explotar el área y arrastrarla a un contexto la violencia”. Por ello, sostuvo que la comunidad internacional, y el Gobierno estadounidense en particular, debe “intervenir” para “detener inmediatamente esta locura israelí”.
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