“Sigo sin saber por qué ha hecho todo esto, pero yo la perdono”
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
El futbolista Dani Alves, que está en prisión provisional a la espera de juicio por presuntamente agredir sexualmente a una chica en la discoteca Sutton de Barcelona, ha cuestionado si la mujer “tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches”.
“La perdono, sigo sin saber por qué ha hecho todo esto, pero yo la perdono”, ha dicho respecto a la joven que lo denunció en una entrevista de ‘La Vanguardia’ recogida por Europa Press este miércoles.
Respecto a él, ha asegurado: “No ha habido ni una sola noche que yo no haya dormido tranquilo. Ni una sola noche. Tengo la conciencia tranquila. Nunca he hecho daño voluntariamente a nadie. Y a ella, aquella noche, tampoco”.
Ante su versión de que mantuvo sexo consentido con la denunciante y al preguntársele por qué entonces la mujer salió llorando del baño donde presuntamente la agredió sexualmente, ha replicado: “Se me ocurre que hay alguien que le aconsejó mal. Que se sintió mal después de hacerlo, que dio un paso adelante y que ya no ha sabido salir del lío en el que se ha metido y en el que me ha metido. Yo apelo a su conciencia”.
El jugador ha negado que, una vez en el baño, la mujer le pidiera que parara y la dejara salir, y ha contado que fue él quien le propuso entrar después de pasar un rato “bailando muy pegados”.
Ha recordado que él entró primero al baño y que la mujer tardó un rato en hacerlo –“pensé que ella habría cambiado de opinión y que ya no entraría”– pero finalmente entró también, y ha afirmado que no cerró la puerta con cerrojo.
HUELLAS Y DISTINTAS VERSIONES
Respecto a las huellas de la mujer que se han encontrado en el lavabo y que no se corresponden con la postura que Alves ha relatado a la jueza, ha dicho que no sabe en qué momento la mujer tocó el espejo y el lavamanos.
Ha insistido en que no la obligó a hacer ningún movimiento y, respecto al rasguño que la mujer tenía en la rodilla, ha dicho: “Es por permanecer de rodillas mientras me realizaba una felación. No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en el baño”.
También ha negado que él y sus amigos insistieran en que se les acercaran la denunciante y las otras dos mujeres con quien iba –su prima y una amiga–, sino que ellas les miraron y los hombres le pidieron “al camarero que les preguntaran si querían acercarse”, y entonces ellas se acercaron a su mesa.
Alves ha reconocido que, desde su detención, ha dado tres versiones distintas de los hechos y, como ya dijo en el juzgado, ha reiterado que lo hizo para ocultar la infidelidad a su mujer.
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