VALLADOLID, 20 (EUROPA PRESS)
La Fundación Red Incola atendió el pasado año en Castilla y León a 5.755 personas, facilitó 372 inserciones laborales, orientó a 632 menores y prestó 1.292 servicios básicos gracias al “duro e intenso” trabajo de 590 voluntarios en un año en el que casi se ha triplicado el número de migrantes atendidos por primera vez.
Así se desprende de la memoria de 2022 que ha presentado este martes, 20 de junio, la Fundación Red Íncola en su sede de Valladolid, en la que se recoge que se han registrado 2.558 nuevos expedientes de personas que provienen de 70 países de origen diferentes.
El coordinador de la fundación Red Íncola, Eduardo Menchaca, ha detallado que en el caso de la capital vallisoletana, este año han pasado mas de 3.200 personas acogidas para cubrir sus necesidades básicas en más de 1.000 servicios, mientras que otras 125 personas han encontrado trabajo y se han realizado talleres formativos en 30 centros educativos para concienciar a los estudiantes.
Sobre la labor que realiza la fundación, Menchaa ha destacado que su esencia es ser una “mano tendida” para todos aquellos que vienen de lejos y lo necesitan y de modo que es “importante reconocer los desafíos de las personas que dejan atrás sus países para buscar una vida mejor.
“Red Íncola busca ser un lugar seguro y amable para convertirse en un espacio de diálogo y escucha en el que se pueda promover la inclusión de las personas reconociendo las diversas riquezas de cada uno”, ha remarcado el coordinador de Red Íncola.
PROGRAMAS
Para ello, Menchaca ha explicado que se han desarrollado diferentes programas que se adaptan a las necesidades de cada personas, en los que destace ‘Reanudar’ para proporcionar información básica a la llegada sobre aspectos como recursos sociales besicos, cambios emocionales o aspectos jurídicos y homologación de títulos. De esta manera, se ha buscado orientar a las personas refugiadas y migrantes.
De la misma manera, ‘UcraniaVa’ ha sido otro de los programas para implementar una respuesta “conjunta” con cursos de español para ucranianos, que ha contado con más de 50 participantes y ha buscado facilitar la comunicación e integración de personas ucranianas en la sociedad vallisoletana.
Asimismo, Menchaca ha subrayado que Red Íncola apuesta por promover el diálogo “intercultural” para brindar el apoyo que las personas migrantes y refugiadas necesitan de manera “específica para fomentar el aprendizaje, la formación y el servicio a la sociedad en general”.
En este marco, el coordinador de Red Íncola ha detallado que este martes por la tarde se realizará una marcha llamada ‘Caminos por la paz’, que partirá en torno a las 17.00 oras desde la Plaza Mayor hasta las afueras de Valladolid.
Un total de ocho kilómetros que servirán para recordar y que la gente se ponga en la piel y zapatos de “tantas personas que se ven obligadas a migrar y que son refugiadas”.
TRABAJO “INTENSO”
El presidente de la Fundación Red Íncola, Jesús Landáburu, por su parte, ha señalado que se presenta esta memoria anual para dar cuenta de sus actividades y agradecer el compromiso con la red por parte de los voluntarios y las personas que han apoyado.
“Ha sido un año de intenso trabajo para acompañar a un número creciente de personas migrantes, casi el triple que el año anterior, que han llegado a nuestro país buscando una vida mejor”, ha remarcado Landáburu, al tiempo que ha indicado que esto ha sido posible gracias a la “generosidad, al voluntariado, al apoyo financiero o compromiso como personal contratado”.
Esto, ha precisado Landáburu ha permitido que se haya podido ampliar y mejorar los programas de atención y, por tanto, incrementar “de forma significativa” el número de personas atendidas en comparación con el año anterior.
No obstante, el presidente de la Red Íncola ha subrayado que seguirán “firmemente comprometidos” con mejorar su forma de trabajar para servir a quienes les necesitan. “Nos complace mantener nuestro Certificado del Sistema de Gestión de Calidad y, además, este año auditamos nuestras cuentas como muestra de nuestro compromiso con la transparencia y la responsabilidad”, ha asegurado.
Asimismo, Landáburu ha hecho énfasis en que su trabajo sigue “siendo importante ante el sufrimiento que se ve en las personas migrantes que, en constante aumento, se acercan a la red”.
Por esta razón, Jesús Landáburu ha recalcado que han sido testigos de la “falta de atención e indiferencia ante su dolor, cuando no, de la vulneración de sus derechos”.
“Vemos las familias desgarradas y las vidas destruidas. Vemos la violencia y la pobreza que obligan a la gente a huir de sus hogares. Vemos la desesperación que lleva a las personas a arriesgar sus vidas en busca de un futuro mejor”, ha destacado el máximo responsable de la Red Íncola.
Por último Landáburu ha considerado que a la fundación le “llena de alegría” ser un apoyo para estas personas, en la medida en que han sido testigos de historias “conmovedoras de personas que han dejado todo atrás para construir un futuro mejor para ellos y sus familias y que son un ejemplo de esperanza, valentía, tesón y espíritu de superación”.
Durante la presentación de la memoria, también se han podido escuchar testimonios de primera mano de personas migrantes que se han visto beneficiadas de alguno de los programas de Red Íncola y han visto mejorada su vida. Son personas que provienen de países en conflicto y han tenido que dejar atrás la inseguridad para buscar seguridad y apoyo.
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