SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha abordado este martes iniciar el trabajo de revisión del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), un instrumento de planificación territorial vigente desde 2006, al que ha atribuido defectos como haber propiciado “el atasco urbanístico” y “haber lastrado el desarrollo de los municipios”.
La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, ha informado de la adjudicación de un contrato para el apoyo técnico al Gobierno andaluz para elaborar los documentos de revisión del POTA y de la Evaluación Ambiental Estratégica, que tiene un importe de 2,6 millones de euros y un plazo inicial de elaboración de 32 meses.
El Consejo de Gobierno mandató el 18 de octubre de 2022 a Fomento a iniciar la revisión del POTA, en cuya orientación ha señalado la consejera pesará “lograr un territorio fuerte menos vulnerable al cambio climático”, pretensión a la que ha sumado “mejorar la competitividad regional para propiciar el desarrollo económico”, de manera que se trata de dibujar “cómo será Andalucia ante los retos de la sostenibilidad, la demografía o el cambio climático”.
Díaz ha puesto de manifiesto que el Plan de Ordenación del Territorio vigente tuvo “una larga tramitación de 11 años”, al que ha atribuido además que “no ha completado su desarrollo” y que “no se ha adaptado a la realidad”, y que la aspiración actual del Ejecutivo autonómico es “acortar los plazos de tramitación”.
La consejera ha remarcado que el Gobierno andaluz empezó su trabajo de revisión del armazón jurídico de ordenación del territorio y del suelo con la aprobación en la anterior legislatura de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) y su posterior Reglamento de desarrollo ante un escenario de fondo que ha presentado con un POTA “desfasado de su entrada en vigor”, acentuado ello por “los cambios sustanciales en estos 17 años”.
En ese sentido la LISTA atribuye al POTA aspiraciones como lograr el equilibrio y la cohesión social y económica del territorio, mejorar la competitividad territorial para propiciar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos o promover el uso racional de los recursos naturales.
Díaz ha querido que se visualicen los efectos del POTA vigente en la elaboración de los planes de ordenación de los municipios al apuntar que tan solo 135 localidades, el 17% de los 785 municipios de Andalucía, han aprobado sus instrumentos de planificación bajo su vigencia.
La responsable de Fomento ha hablado de aspiraciones como “generar empleo y oportunidades de inversiones de todo tipo”, entre las que ha mencionado las industriales, las turísticas, las educativas o de ocio, para precisar que “en eso consiste el urbanismo: en dibujar más servicios, más calidad de vida”.
Sobre el proceso de elaboración del futuro POTA, la consejera de Foomento ha apelado a seguir “el mismo modelo que la Lista” para lograr “el mayor consenso posible”, por lo que ha indicado que se ha planificado en el segundo semestre de este año mesas de trabajo, a lo que ha sumado la celebración de jornadas y de encuestas, para trabajar en lo que ha resumido como “uno de los principales desafíos normativos de los próximos años” del Gobierno andaluz, un camino que espera recorrer de “la mano de los ayuntamientos, que tanto tienen que decir”.
Revisado el POTA por el Gobierno se remitirá al Parlamento de Andalucía para su aprobación definitiva.
El Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía actual se estructura en cinco títulos: Bases de Ordenación, aplicación y desarrollo; Modelo territorial de Andalucía; Estrategia de desarrollo territorial; Zonificación; y Desarrollo y gestión de la política territorial.
Sobre ese esqueleto contempla aspectos como sistemas de ciudades, redes de ciudades medias, redes de asentamientos en áreas rurales, sistemas de transportes, de telecomunicaciones, sistema energético, el sistema hidrológico-hidráulico o los dominios territoriales, entre los cuales identifica zonas como Sierra Morena-Los Pedroches; Valle del Guadalquivir; Sierra y Valles Béticos; y el litoral.
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